Columbus.– Un juez federal prorrogó el lunes la vigencia de una orden que bloquea la implementación de una ley de Ohio que obligaría a los menores de 16 años a obtener la autorización de sus padres para usar las aplicaciones de redes sociales, mientras avanza una impugnación jurídica.
La decisión del juez de distrito Algenon Marbley de otorgar un interdicto preliminar evita que la ley entre en vigor mientras una demanda entablada hace unas semanas por NetChoice se dirime en los tribunales. NetChoice es un grupo comercial que representa a TikTok, Snapchat, Meta y otras compañías tecnológicas. El grupo se opone a la ley por considerarla excesivamente amplia, imprecisa y un impedimento inconstitucional a la libertad de expresión.
Originalmente estaba previsto que la ley entrara en vigor el 15 de enero y es similar a las promulgadas en otros estados, como California y Arkansas, donde NetChoice ha ganado demandas.
En su decisión, Marbley dijo que es probable que NetChoice se imponga con sus argumentos sobre la libertad de expresión amparados por la Primera Enmienda constitucional.
“No hay indicios de que el estado desapruebe el tipo de contenido diseñado para atraer a los niños: dibujos animados y cosas parecidas”, escribió. “Los sitios web a los que los niños podrían acceder no es un tema o asunto tratado. De hecho, aunque las plataformas cubiertas contienen algunos asuntos tratados que probablemente atraigan a los niños, la mayoría también contienen temas ‘tan diversos como el pensamiento humano’”.
La ley requeriría a las compañías que obtengan el permiso de los padres de familia para que los menores puedan utilizar las aplicaciones de redes sociales y de juegos, y proveer sus directrices de privacidad para que las familias sepan qué contenidos se censurarían o moderarían en el perfil de sus hijos.
La Ley de Notificación Parental en Redes Sociales formaba parte de un proyecto de ley de presupuesto de 86 mil 100 millones de dólares que el gobernador Mike DeWine promulgó en julio del año pasado. El gobierno estatal impulsó la medida como una forma para proteger la salud mental de los niños, y el vicegobernador Jon Husted dijo en ese entonces que las redes sociales eran “intencionalmente adictivas” y dañinas para los niños.