Ayer se dio a conocer el asesinato a tiros de un aficionado de la selección iraní de futbol luego de recibir un disparo en la cabeza cuando se encontraba tocando la bocina de su automóvil en la ciudad de Bandar Anzali, ubicada en el mar Caspio, en señal de protesta contra el Gobierno de su país, debido a la manera en la que han sido reprimidas las manifestaciones protagonizadas por ciudadanos inconformes con el régimen.
Todo ocurrió cuando Mehran Samak, un joven de 27 años, se encontraba formando parte de una manifestación de iraníes que se negaron a apoyar al cuadro de Carlos Queiroz tras el encuentro que tuvieron en el Mundial de Qatar 2022 ante Estados Unidos, el cual perdieron 1-0 una vez que Christian Pulisic anotara un gol en el minuto 38, lo que rompió el sueño de que Irán pasara a octavos de final.
El marcador final convocó a decenas de personas a manifestarse a favor de la eliminación de la república islámica en la Copa del Mundo, y en la ciudad de Bandar Anzali cientos de iraníes salieron a las calles para celebrar la derrota de su selección, esto como señal de protesta al régimen iraní. Sin embargo, las manifestaciones fueron sofocadas con violencia por parte de las fuerzas de seguridad quienes abrieron fuego contra los manifestantes antigubernamentales, provocando la muerte de uno de ellos.
Mehran había tocado la bocina de su automóvil para mostrar su inconformidad con el Gobierno y así celebrar la derrota de la selección nacional el martes por la noche. Cabe señalas que pese a la denuncia de esta asociación, las fuerzas de seguridad iraníes han negado haber disparado y terminado con la vida de los manifestantes pacíficos.
De acuerdo con Hengaw, un grupo krudo de derechos humanos, al menos 30 personas fueron heridas aquel día por celebrar la victoria de Estados Unidos.
