Amenazas, aranceles y fentanilo
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El plan del presidente estadunidense Donald Trump de imponer aranceles a los productos procedentes de México, Canadá y China tiene como uno de sus objetivos combatir el flujo ilícito de fentanilo hacia Estados Unidos, donde se culpa al opioide de unas 70 mil muertes por sobredosis anualmente.

México acordó el 3 de febrero enviar 10 mil elementos de la Guardia Nacional a la frontera entre Estados Unidos y México como parte de un acuerdo con Trump para aplazar los aranceles durante un mes, y evitar imponer los propios. Horas después, Canadá también concretó un pacto con Trump, con lo que se retrasa una guerra comercial al comprometerse a tomar varias medidas contra el tráfico de fentanilo.

China no ha dado indicios de cambios importantes para abordar el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos, y ha anunciado que tomará represalias por cualquier arancel estadounidense.

¿Cuál es el papel de México, Canadá y China para que el fentanilo llegue a Estados Unidos? ¿Y cuánto pueden hacer sus gobiernos?

¿De dónde proviene el fentanilo?

Los ingredientes del fentanilo son producidos en gran medida por compañías en China y utilizados por empresas farmacéuticas para fabricar analgésicos legales. Pero una parte de esos químicos es comprada por los cárteles de Sinaloa y Jalisco en México.

Los cárteles fabrican el opioide sintético en laboratorios y luego lo trafican a Estados Unidos, principalmente a través de cruces terrestres oficiales en California y Arizona. Las pequeñas cantidades de fentanilo en cada envío —el fármaco es 50 veces más potente que la heroína— y su falta de olor, hacen que la detección y las incautaciones sean extremadamente desafiantes.

El fentanilo también se produce en Canadá y se contrabandea a Estados Unidos, pero en mucha menor medida. Los agentes de aduanas de Estados Unidos incautaron 19.5 kilogramos (43 libras) de fentanilo en la frontera canadiense durante el último año fiscal, en comparación con los 9 mil 570 kilogramos (21 mil 100 libras) en la frontera mexicana.

Las incautaciones de fentanilo aumentaron hasta 10 veces durante la presidencia de Joe Biden, un incremento que puede reflejar una mejora en la detección.

¿Qué cambió luego que Trump amenazara con aranceles?

México anunció en diciembre el decomiso de más de una tonelada de pastillas de fentanilo en lo que describió como la mayor redada de opioides sintéticos en la historia del país. La cifra fue notable dado que los decomisos de fentanilo en México habían disminuido drásticamente en la primera mitad de 2024.

Durante la presidencia de Claudia Sheinbaum, quien asumió el cargo en octubre, las fuerzas de seguridad de México parecen ser mucho más agresivas que bajo su predecesor. El expresidente Andrés Manuel López Obrador negó que el fentanilo siquiera se produjera en México, contradiciendo a funcionarios de su propio gobierno.

Para pausar los aranceles recíprocos, México acordó desplegar de inmediato 10 mil elementos de la Guardia Nacional en la frontera para combatir el narcotráfico, mientras que Estados Unidos se comprometió a hacer más para detener el tráfico de armas hacia México, afirmaron Trump y Sheinbaum en redes sociales.

Frente a las amenazas de aranceles, el primer ministro canadiense Justin Trudeau ha destacado la reciente inversión de su país de mil 300 millones de dólares en seguridad fronteriza, incluidas herramientas de detección química en puertos de entrada y una nueva unidad enfocada en la supervisión de precursores químicos.

Una vez que Trump ordenó los aranceles, Trudeau rechazó la medida y se preparó para una guerra comercial antes de llegar a un acuerdo el lunes para suspender la imposición de aranceles durante al menos un mes.

Trudeau publicó en la red social X que Canadá nombraría un zar del fentanilo, designaría a los cárteles mexicanos como grupos terroristas y lanzaría una “Fuerza de Trabajo Conjunta Canadá-Estados Unidos” para combatir el fentanilo, al crimen organizado y el lavado de dinero.

China defendió sus esfuerzos para combatir el fentanilo en lo que han sido años de cooperación intermitente con Estados Unidos. China no tiene la misma crisis de fentanilo entre su propia población y no lo ve como una prioridad, señaló Zongyuan Zoe Liu, investigadora principal de estudios sobre China en el Consejo de Relaciones Exteriores.

¿Cuánto pueden hacer México, Canadá y China?

Combatir la producción y movimiento del fentanilo ilícito es particularmente desafiante.

A diferencia de la heroína y la cocaína, que se producen a partir de plantas, el fentanilo se fabrica con ingredientes utilizados para la elaboración de productos farmacéuticos legales y puede fabricarse en laboratorios de bajo costo cuya instalación es relativamente rápida. Y, a pesar de los peligros, aún existe una alta demanda en Estados Unidos.

Mike Vigil, exdirector de operaciones internacionales en la Agencia de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA), expresó su escepticismo en que la presencia adicional de la Guardia Nacional de México en la frontera pueda por sí sola hacer mucho para reducir el tráfico.

Una vez que el fentanilo sale de los laboratorios, generalmente va bien oculto en compartimentos secretos de vehículos o en enormes camiones de carga; una mejor tecnología de detección es crucial, además de más elementos, puntualizó. El otro desafío, según Vigil, es que combatir el comercio de fentanilo probablemente requerirá más que únicamente la colaboración entre Estados Unidos y sus vecinos.

“Incluso si México, Canadá y estos otros países chasquearan los dedos y eliminaran el tráfico de drogas, mientras tengamos esa demanda, habrá otro país que satisfará esa demanda”, destacó.

El muro político de Trump

La imposición de aranceles a las importaciones de Canadá y México, ahora en pausa por un mes, planteaba el riesgo de hacer estallar la economía de América del Norte.

Pero, ¿qué ganó Estados Unidos de sus acuerdos para pausar la implementación de los aranceles a las importaciones de las dos naciones? No mucho, según personas ajenas al gobierno que analizaron los acuerdos.

Trump ha sido abiertamente agresivo con los dos mayores socios comerciales de Estados Unidos. Sus órdenes de imponer un arancel del 25 por ciento a todas las importaciones procedentes de México y a la mayoría de las importaciones de Canadá, con un impuesto menor del 10 por ciento a sus productos energéticos, crearon un repentino torbellino político y económico. En tanto, un arancel del 10 por ciento a los productos de China entró en vigor el 4 de febrero.

Al acordar la pausa para México y Canadá, Trump ha podido decir a sus seguidores que negoció un acuerdo inteligente y declarar una victoria en el abordaje de la inmigración ilegal y el tráfico de drogas. Canadá tendrá un nuevo “zar del fentanilo”, y México se comprometió a desplegar 10 mil miembros de su Guardia Nacional a la frontera con Estados Unidos. La Casa Blanca envió un correo electrónico en el que 68 legisladores republicanos elogiaron al mandatario después de que se anunciaron las pausas.

Sin embargo, muchos de los que están fuera de la Casa Blanca que observaron el drama de los aranceles dicen que se logró poco, debido a que, según dijeron, las medidas tomadas por los dos vecinos de Estados Unidos ya estaban implementadas o probablemente podrían haberse logrado sin los ultimátums de Trump. Incluso los mercados financieros parecieron ignorar el enfrentamiento con una modesta venta el lunes.

¿Qué ofrecieron Canadá y México a Estados Unidos?

Hace unas semanas, Canadá ofreció mil 300 millones de dólares canadienses (900 millones de dólares) para la seguridad fronteriza con un paquete que incluía drones, helicópteros, más guardias fronterizos y la creación de una fuerza operativa conjunta. El lunes, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo después sostener conversaciones con Trump que agregaron el zar del fentanilo y acordaron listar a los cárteles de drogas mexicanos como organizaciones terroristas.

“Canadá no se arrodilló”, dijo el primer ministro de Terranova y Labrador, Andrew Furey. “Hay un flujo tan pequeño de fentanilo a Estados Unidos desde Canadá que será difícil demostrarle al presidente que ha habido una reducción gigantesca porque no hay un comienzo gigantesco para empezar en comparación con la frontera sur”, añadió.

El equipo de Trump consideró que se trataba de una victoria que la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum acordara desplegar 10 mil elementos de la Guardia Nacional de su país en la frontera con Estados Unidos. Pero esos oficiales están siendo esencialmente trasladados de otras partes del país, en lugar de ser desplegadas nuevamente.

The Associated Press observó a más de 100 miembros de la Guardia Nacional abordando un avión el martes por la mañana en la ciudad Mérida, en el sureste del país, con destino a Ciudad Juárez, en el norte. Se programaron salidas adicionales desde Cancún y Campeche, mientras que se tenía previsto que otros se trasladaran hacia el norte por carretera.

Se unirían a los más de 10 mil elementos que ya se encuentran estacionados a lo largo de la frontera norte de México, cuya presencia no ha podido sofocar la persistente violencia en una región fuertemente controlada por el crimen organizado para permitir el tráfico de drogas, migrantes y armas.

“No le consiguió a Estados Unidos gran cosa de lo que ya tenía sustancialmente”, comentó Josh Lipsky, director senior en el Atlantic Council, un centro de estudios de política exterior en Washington. Lipsky dijo que Trump podría haber logrado los mismos resultados sin la mala voluntad generada por las amenazas de aranceles.

El patrón de Trump: declarar una victoria

Inu Manak, investigadora de política comercial en el Council on Foreign Relations, dijo que las amenazas de aranceles de Trump “ciertamente no eran necesarias”, pero sus objetivos al hacer las amenazas son “deliberadamente vagos para que pueda declarar victoria independientemente del resultado”.

“Una victoria es cualquier cosa que Trump quiera que sea”, señaló. “No hay ninguna gran estrategia o explicación racional para lo que está haciendo. Es caos por el bien del caos”.

Trump a menudo provoca drama y luego trata de llevarse el crédito por acciones que podrían no resolver los problemas subyacentes. Después de los recientes incendios forestales en Los Ángeles, Trump hizo un gran espectáculo al hacer que se liberara agua el viernes de los embalses de California, aunque el agua no fluye hacia el condado de Los Ángeles. También se ha atribuido el crédito por inversiones corporativas en inteligencia artificial que precedieron a su presidencia.

Pero lo que también le importa a Trump es demostrar que puede hacer que otros actúen. Sus amenazas arancelarias de este año traen a la mente recuerdos de lo que ha hecho en el pasado, cuando obtuvo resultados similares, pero menos duraderos para México.

En 2019, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador alcanzó un acuerdo similar con Trump para evitar que se implementara otra amenaza de aranceles. En ese momento, López Obrador se comprometió a desplegar 15 mil miembros de la recién creada Guardia Nacional para ayudar a detener la afluencia de migrantes en la frontera norte y otros 6 mil 500 en la frontera sur de México.

Trump publicó en X después del acuerdo de 2019 que los aranceles “quedan suspendidos indefinidamente”. Pero en esta ocasión, México solo consiguió 30 días más hasta que podrían entrar en vigor los gravámenes.

Defienden enfoque de Trump

La Casa Blanca no respondió a preguntas sobre qué partes de su acuerdo con Canadá y México eran nuevas y qué podría producirse de las próximas negociaciones.

Peter Navarro, asesor comercial de la Casa Blanca de Trump, dijo en un evento de Político que la amenaza arancelaria significaba que menos ciudadanos estadounidenses morirían por adicción al fentanilo. Comentó que podrían producirse concesiones adicionales de las negociaciones durante el próximo mes y que el enfoque aparentemente caprichoso de Trump hacia Canadá y México había tenido éxito.

“Cuando él hace cosas y parece que las cosas están un poco caóticas, no lo están”, señaló Navarro. “Es grandioso y él cumple”.

Navarro dijo que lo que Canadá y México habían ofrecido no era “menor” porque “es una cosa de 30 días” y podrían producirse más concesiones.

¿Construyendo o quemando puentes?

El riesgo para Canadá y México es que Trump podría fácilmente poner fin a sus suspensiones de aranceles y volver a amenazar con cobrar los gravámenes a las importaciones. Mientras que los funcionarios de la Casa Blanca han dicho que los aranceles tenían el objetivo de detener las drogas ilegales, el propio Trump ha dicho que las negociaciones también deben abordar el desequilibrio comercial de Estados Unidos con sus vecinos.

Todo eso significa que otros países podrían ser menos propensos a confiar en Trump en el futuro.

“¿Amenazarías con quemar la casa de tu vecino amistoso para obtener algo de sal o azúcar de ellos?”, dijo Daniel Beland, profesor de ciencias políticas en la Universidad McGill de Montreal. “El enfoque de negociación del presidente Trump es destructivo y erosiona la confianza. La mayoría de los canadienses es poco probable que olviden lo que acaba de suceder, incluso si sus aranceles nunca se imponen sobre Canadá”.

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