Chihuahua.- De ser un lugar verde y lleno de vida, la Sierra de Chihuahua se ha convertido en un panorama grisáceo que deja ver la tierra expuesta a los rayos de sol ante la falta de árboles que le den sombra.

Tierras de cultivo abandonadas, animales que parecieran resistir contra la hambruna y la sed y espacios de sierra completamente sin vegetación, es el panorama que está creciendo cada vez más por la desertificación y la falta de lluvias en Chihuahua por más de tres años.

Aún puede verse algunas casas habitadas con apenas unas reses que caminan en búsqueda de una mínima cantidad de agua que les mitigue un poco el calor sofocante bajo los intensos rayos del sol.

El tramo que conduce de Hidalgo del Parral a Guachochi se mantiene vigilado por la presencia de algunos elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE) y algunas veces se ven elementos de la Guardia Nacional.

También puede verse una cantidad considerable de camiones “troceros” que portan grandes troncos de madera y la gran mayoría, sin el permiso ambiental que les permita el corte de los árboles.

Dentro del mismo camino, se encuentra gente esperando, a las orillas de la sinuosa carretera, un camión de pasajeros que les lleve a su destino aunque en el recorrido superior a cinco horas, no hubo transporte foráneo que diera el viaje buscado.

Después de ocho horas de recorrido desde Chihuahua capital, al fondo de la barranca puede verse Guadalupe y Calvo, donde la mayoría de los hogares son de color blanco, ciudad que no aparenta mucho movimiento pero es una economía dinámica en el turismo local y nacional.

Esta localidad se encuentra a 2 mil 350 metros sobre el nivel del mar, lo que la convierte en una localidad fresca a pesar de los fuertes rayos del sol que por momentos ceden a las nubes presentes en la localidad.

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