Ciudad Juárez.- El candidato a la gubernatura por Morena, Juan Carlos Loera de la Rosa, emitió un pronunciamiento en redes sociales tras ser retenido por un grupo de productores agrícolas en un rancho de Delicias durante la tarde de este jueves.
En la publicación explica que tras reunirse con vecinos de la colonia Laderas y tener una comida privada, fue agredido por activistas de Freena, los cuales le impidieron la salida de la propiedad privada.
“Es una actitud vil y cobarde, además de un atentado a la democracia”, dijo.
“Amenazaron con más violencia, además agredieron a mujeres y amigos que nada tienen que ver en sus reclamos”, agrega la publicación.
“Luis Delgado, Víctor Valderrain Quevedo, Graciela Acosta, Tomas Alderete, son los más violentos, y su reclamo dejó un tufo político de odio y clasismo”, acusó el precandidato.
“Se organizaron para atacar, no me detendré, no me amedrentan los violentos, seguiré luchando por la transformación de Chihuahua. La violencia no es parte de mí ser, siempre usaré el diálogo, la razón siempre se impone por la paz”, denunció.
Finalmente, declaro que él y su equipo se encuentran bien, rumbo a la ciudad de Chihuahua.
Fue retenido por productores en rancho
En su arribo a Delicias, el precandidato fue increpado por inconformes con las decisiones que tomó el Gobierno de México sobre la extracción de agua de la presa La Boquilla, que derivó en la toma de las instalaciones el 8 de septiembre de 2020 y que dejó como saldo personas heridas, detenidas y la muerte de Jéssica Silva, a quien le sobrevive su esposo Jaime Torres.
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Sin embargo, Loera dijo que los agricultores de la región centro-sur de Chihuahua tuvieron buenos resultados a pesar de los pronósticos negativos y la sequía que afectó el territorio.
“La violencia es un método que no debería existir. Confiamos en ellos para que dejaran salir a las mujeres y adultos mayores, pero ya las agredieron”, dijo.
El grupo de productores se mantuvo en el exterior de la propiedad, pero señalaron que el precandidato salió por la parte posterior.
Uno de los habitantes del rancho invitó a cuatro mujeres a pasar a la vivienda para corroborar que ya se había ido, mientras algunos de los inconformes arrojaban huevos y piedras al portón.
Con información de Samuel Palacios
