Chihuahua- La mañana de este viernes, Deyra Rubí Ontiveros Villezcas se manifestó en el exterior del Hospital de Zona "Dr. Javier Ramírez Topete" ubicado en Cuauhtémoc, denunciando la muerte de bebés por presunta negligencia médica en los nosocomios que pertenecen al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en el marco de la visita del secretario de salud, David Kershenobich Stalnikowitz.
La manifestante aseguró que existen varias quejas contra el IMSS y propiamente contra el hospital estatal donde se encontraba porque el personal médico no atiende adecuadamente los embarazos, lo que ha derivado en la muerte de al menos tres infantes en el mes de abil, sumados a los casos que conoce de meses anteriores.
Incluso, aseguró conocer un caso suscitado ayer en que la mujer fue enviada a su casa a pesar de los dolores de parto y quien no podía aliviarse de manera natural por la práctica de una cesárea en una ocasión anterior, pero al llegar a su vivienda, se le rompió la fuente y regresó al médico en donde tras una sonografía, se dieron cuenta que el bebé ya no contaba con latidos del corazón.
Ontiveros Villezcas aseguró que tras la pérdida del niño, la mujer afectada sufrió una hemorragia y hubo necesidad de extirparle el útero.
En su caso particular, la denunciante aseguró que el 24 de febrero acudió al médico en el IMSS, pero le dijeron que se encontraba normal, sin embargo, tres días después tuvo la necesidad de volver dada el alza de la presión arterial que le provocó mareos y visiones extrañas en donde se dio cuenta que la unidad de salud carece de ginecólogos en los turnos de la mañana y en los fines de semana.
Pasadas las 4:00 de la tarde, un médico le informo que le inducirían el parto por lo que le fue aplicada una dosis de misoprostol y unas horas después, sería la de oxitocina intravenosa tiempo en que hubo cambio de turno y el médico no dejó indicaciones, por lo que la ginecóloga Samantha Hernández se negó a aplicarle el medicamento a pesar del sangrado y los dolores que presentaba Ontiveros Villezcas.
A las 6:00 de la mañana del día siguiente, fue pasada a labor de parto, pero la doctora Hernández no dejó indicaciones tras el término de su turno, y Rubí fue sometida al toco en donde se dieron cuenta de la taquicardia en el corazón del bebé. Pasadas las 2:00 de la tarde, fue traslada a Chihuahua en donde se percataron que el bebé ya no tenía líquido, contaba con cubrimiento fetal y ya había defecado dentro el útero.
"Me hicieron cesárea de urgencia, mi bebé nació y me dijeron que tenían que llevárselo a terapia intensiva porque había sufrido síndrome por aspiración de miconio y asfixia perinatal, me dijeron que eso se produjo por no haberme hecho la cesárea a tiempo porque mi parto ya se había pasado", aseguró.
El bebé pasó 18 días en terapia intensiva, sin comer y ella sin poder atenderse por estar al pendiente de niño, hasta que perdió la vida por falla renal a consecuencia de haber respirado su propios desechos, por lo que busca evitar una repetición de los problemas aunque no fue atendida por el secretario federal de salud, David Kershenobich Stalnikowitz, al término de su evento.