Construye paz desde el periodismo
Foto: Cortesía

Samara Alejandra Martínez Montaño es una joven de 26 años, egresada de la licenciatura en Periodismo por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACh) con estudios de posgrado en Desarrollo Humano por la Universidad La Salle, además de una especialidad en Cobertura Periodística de Crisis y Conflictos Sociales por la Universidad Complutense de Madrid.

Nacida un 9 de marzo en la ciudad de Guadalajara, Samara descubrió desde muy pequeña su vocación por el periodismo: “Me preguntaban ¿cómo vas a hacer eso?, ¿cómo vas a poder?”, recuerda Samara sobre cómo reaccionó su familia cuando expresó su inquietud sobre ser periodista.

“Desde que tenía 12 o 13 años ya comenzaba a participar en debates y me gustaba colectar información de ciertos temas y el poder exhortar y llevar la opinión de las personas, eso fue lo que me llamó la atención, a partir de ahí dije: yo quiero ser periodista”, relata, no obstante, decidió que haría un periodismo diferente, un Periodismo de Paz.

Cambiar la visión, el reto

Aunque Samara reconoce que ser periodista es una profesión de riesgo, tiene muy claro que hay diferentes formas de hacer periodismo. Es por eso que en su formación profesional ha buscado alternativas para contribuir en la elaboración de contenidos periodísticos desde una perspectiva humanista:

“Aún creo que las palabras pueden cambiar al mundo de la violencia. No estoy de acuerdo con el periodismo que existe actualmente y creo que hay algunos románticos que podemos hacer las cosas un poco diferentes: una nueva faceta del periodismo. Evitar solo hablar de las cosas negativas para salirnos de la caja”.

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El Periodismo de Paz no se trata solo de hablar de cosas bonitas, más bien consiste en buscar otro ángulo de la información y traer una propuesta diferente a la mesa. Se trata de hacer un Periodismo de Soluciones:

“Dejar de ser solo el observador de la información, para mostrar un ángulo positivo, propositivo… porque no puede ser solamente el lado negativo, el ángulo violento, el morbo, el que se muestre, aunque muchas veces se vea como algo poco vendible. La realidad es que nos ayuda a nosotros como periodistas atender diferentes fuentes de información para generar diálogo. Eso es algo que debe estar presente con la audiencia en un conflicto social: una perspectiva positiva para proponer soluciones con el propósito de que en un futuro se pueden hacer nuevas cosas”, enfatiza Martínez.

La joven periodista defiende que, a través de este tipo de periodismo, se puede visibilizar un mundo distinto al que ven la mayoría de los medios de comunicación y, aunque suene nuevamente a “una idea romántica”, está la oportunidad de emitir esa información sin desprenderse de la realidad, pero mostrando todas las facetas posibles del acontecimiento que se registra.

Para ella no ha sido fácil defender su postura de hacer un Periodismo de Paz. A pesar de su juventud, ya ha construido una importante trayectoria en los medios de comunicación que la han llevado a dirigir el área de investigación de un conocido periódico de la ciudad de Chihuahua y a recibir el Premio Estatal de Periodismo en Derechos Humanos en 2019, el Estatal de Investigación en 2017 y el Premio Nacional de Investigación Conacyt 2017, sin embargo, eso no ha sido suficiente para que en los medios de comunicación locales su propuesta de hacer Periodismo de Paz, por ahora, haya tenido un eco.

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“Cuando llegas tú con una propuesta diferente, a cambiar todo el ambiente que ha estado así, es complicado… y es cuando vienen enemigos y demás…”.

Samara relata que no ha sido sencillo intentar hacer un periodismo diferente, puesto que existe una tendencia casi generalizada de crear contenidos “vendibles”, la mayoría basado en información violenta, superficial o incluso parcial. La pauta sobre qué tipo de periodismo se hace la marca la decisión de “lo que vende”, en otras palabras, lo que impacta al público, de manera tal que le impulse a consumir esa información.

“Cuando eliges ser periodista se presenta un dilema: o te sumas y eres uno más del montón, o creas una propuesta distinta para generar lectores distintos y así, eventualmente, puedes generar una sociedad distinta. Porque uno de los propósitos de cualquier medio de comunicación es formar opinión pública. De nosotros depende si queremos seguir haciendo el mismo tipo de contenidos o creamos algo nuevo, con diferentes maneras de ver las cosas”, advierte la periodista.

Samara define la profesión, no solo de ser periodista, sino periodista de paz, como alguien capaz de “ponerse en los zapatos de los demás”. Tener consciencia de qué efecto produce en las personas que consumen los contenidos creados por periodistas es un primer paso para convertirse en periodista de paz, con visión humanista y sentido de responsabilidad social.

“Se trata de ver las cosas de manera integral, no solo a partir de uno de los ángulos que preferimos”, subraya. “Cómo puedo lograr, yo como periodista, a través de mis palabras, a través de mi voz, que la intención sea dejar la violencia y el conflicto a un lado. No podemos acabar con la violencia con más violencia. Cuando estamos inmersos en un conflicto social y como periodistas estamos dándole y dándole más información sobre violencia, no contribuimos en absoluto a generar paz”, agrega.

Para Samara Martínez, hacer Periodismo de Paz no significa un acto imposible. En medio de todos los desafíos que implica hablar con palabras diferentes sobre los conflictos y los eventos violentos que nos aquejan actualmente como sociedad, hay algunas oportunidades muy claras y factibles para construir ese diálogo que se propone desde el también llamado Periodismo Preventivo.

Alternativas y nueva formación

El periodismo independiente es, sin duda, el contexto donde el Periodismo de Paz o Periodismo de Soluciones se ha refugiado. Ahí no hay fechas fatales de entrega o presiones por producir 6 o 7 notas diarias, detalla Samara. “Esa presión de publicarlo todo, antes que nadie, no ayuda mucho para profundizar en la investigación periodística. Se corre el riesgo de abordar la información de manera superficial y eso no contribuye a mostrar el mayor número de ángulos del acontecimiento”.

En países como España o Colombia se tienen avances importantes en el ejercicio de este tipo de periodismo. Samara menciona que es necesario que se enseñe en las aulas donde se forman periodistas. “En la escuela se sigue enseñando a hacer un periodismo de hace más de 30 años. Y este tipo de periodismo no es algo que aprendes ahí”, reflexiona.

“Pero hay algo más que tampoco se aprende en las aulas, es que para ser un buen periodista, como decía Ryszard Kapuściński, hay que ser primero una buena persona”, concluye.

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