La inquietud por las artes despertó en Angélica desde que era muy pequeña; la música, la escultura, pero sobre todo la pintura, han sido los compañeros de la joven que, con solo 25 años, logró exponer en la Plaza Cultural “Los Laureles” 20 obras que en conjunto nombró “Cadenza Affannosa”.

Al ingresar a Artes Plásticas en la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACh), Angélica Romero confirmó que su verdadera pasión se encontraba entre pinceles y lienzos, así que, sin pensarlo, decidió entregarse por completo a la pintura e iniciar una vida como artista: “desde que era niña tuve curiosidad principalmente por pintar, pero también me gustaba la escultura y la música. De pequeña tocaba el violín. Entre esas dos disciplinas me formé como ser humano”, comenta la chihuahuense.

Angélica reconoce que las enseñanzas de sus profesores han sido parte fundamental en su crecimiento a lo largo de su carrera como artista, pero, sobre todo, como ser humano: “mis maestros me inculcaron la idea de que un niño que tiene acercamiento a las artes, ya sea a través de la música u otra rama, siempre va a tener un propósito de vida y es algo que desde ese entonces se me quedó muy marcado”.

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En el primer año de universidad su amor por las artes hizo que se inscribiera en dos licenciaturas: Música y Artes Plásticas, sin embargo, al involucrarse en todo el proceso de creación que conlleva la pintura y sus diferentes técnicas, Angélica se enamoró y no tuvo opción más que decidirse por las artes plásticas. “A pesar de que al inicio no estaba muy segura no me lograba imaginar haciendo algo distinto”.

“Mi experiencia en la universidad fue maravillosa, me gustaba mucho crear cosas, además tuve maestros muy buenos a lo largo de la carrera, de todos aprendí lecciones distintas. Mis amigos también me influenciaron de muchas maneras, viví experiencias que me ayudaron a crecer, incluso me fui de intercambio a España en 2018”, platica Angélica.

Conectar con tu humanidad

Más allá de la belleza de las obras, la artista asegura que el arte hace que las personas conecten con su humanidad para transmitir sus emociones: “siempre me hace ir hacia mí misma para abrazarme, quererme. Cada vez que logro transmitir a alguien más a través de algo que yo hice me motiva mucho a crecer y hacer eso con otros seres humanos. El arte me ha dejado experiencias maravillosas”.

“Yo me formé como ser humano a través del arte, es una parte significativa de quien soy. Es muy importante y necesario hasta para desahogar esas emociones, para conocerte a ti mismo… te vuelves una persona sensible y empática”, expresa Angélica.

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La joven asegura que el arte brinda a muchos un propósito de vida y se convierte en una herramienta que los ayuda a mostrarse tal como son, eliminando cualquier tipo de máscara que esconda su esencia: “esa honestidad y libertad impacta mucho al espectador y despierta algo en ellos, debemos volverlo parte importante de nuestras vidas”.

Exponer como solista

El nombre de su exposición “Cadenza Affannosa” surgió de su segunda pasión: la música y de la emoción que depositó en cada una de las 20 obras: “quise usar términos musicales para ponerle nombre a un evento tan importante en mi vida”.

Una cadenza es un fragmento de una pieza musical y es interpretado por un solista, otorgándole libertad en la ejecución. El término affannosa es utilizado como indicación de interpretar un pasaje específico con una emoción desbordada: “la primera palabra hace referencia a que es mi primera exposición individual y affannosa representa toda esa intensidad emocional. Todo lo de esta exposición fue creado con mucha pasión y amor”, comenta Angélica.

A través de 20 obras, la joven de 25 años retrata pictóricamente la figura humana femenina como se ha hecho a lo largo del tiempo en el género del desnudo artístico: “el desnudo es algo que me hace sentir plena, es una forma de mostrarse sin máscaras, no hay manera de ocultar nada”.

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Cada pintura representa horas de trabajo y mucho aprendizaje, pues quiso experimentar con diferentes técnicas de pintura que aprendió a lo largo de su carrera: “siempre busco diferentes maneras de expresarme, entonces, en esta exposición puedes encontrar pinturas al óleo, pinturas de técnicas mixtas donde combino acuarela y lápiz de color o dibujos de carbón”.

Para crear esta magnífica exposición, Angélica tomó todas las fotografías de las modelos y los paisajes, cuidó hasta el más mínimo detalle. “Es una serie que quise mostrar porque lleva mucho trabajo y siento que darle importancia a la obra técnica también es importante. Incluso cada paisaje refleja vivencias que tuve y cómo me sentía en cada uno de estos lugares”.

De musas a artistas

El hecho de que una mujer haya logrado exponer en solitario en la capital del estado habla de un avance significativo en la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.

“A las mujeres se nos negó por mucho tiempo ese privilegio de exponer como artistas, nosotras jugábamos más un papel de musas que de profesionistas del arte y creo que este es el momento de que nos expresemos y comencemos a ocupar los espacios que fueron ocupados por tanto tiempo por figuras masculinas y volverlos nuestros”.

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