Nueva York.– Toma una película de bodas típica, mézclala con una toma de rehenes y añade la energía anárquica de Rebel Wilson , y tendrás "Bride Hard", que es una película, para bien o para mal. En este caso, mucho, mucho peor.
"Bride Hard", que combina strippers masculinos vestidos de vikingos con mortíferas ráfagas de armas automáticas, no es divertida ni emocionante. Tiene el ritmo lento que se suele encontrar en Hallmark Channel y un nivel de actuación que no supera al del porno.
El director Simon West, cuyos créditos en películas de acción incluyen "Con Air" y "Lara Croft: Tomb Raider", parece estar haciendo una parodia, hasta que deja de hacerlo. Todo huele a película de bajo presupuesto de los 80 que uno podría encontrar, en su día, rebuscando en una sección de rebajas de Blockbuster.
Comenzamos cuando Sam se reúne con su mejor amiga de la infancia, la futura novia Betsy (la coprotagonista de Wilson en "Pitch Perfect", Anna Camp ) para una despedida de soltera en París, que sale desastrosamente mal ya que Sam también está buscando un arma biológica en ese momento.
La acción se traslada entonces a una mansión en una isla privada de Savannah, Georgia, escenario de una boda ostentosa y mucha bebida durante el día. Eso es, hasta que llegan unos matones fuertemente armados para robar un palé de lingotes de oro. (Lingotes de oro, como si fuera una caricatura de los Looney Tunes). Sam debe salvar el día y demostrar que es una buena amiga.
Las guionistas Cece Pleasants y Shaina Steinberg parecen burlarse por igual de los thrillers de espías y las películas de bodas, hasta que prácticamente se detienen. Hay muchísima sangre real, explosiones de fuego, empalamientos y electrocuciones, además de chistes sobre el síndrome del intestino irritable y muchas patadas en la ingle.
La película está coprotagonizada por Stephen Dorff como el villano principal, Justin Hartley como un bombón con un secreto, Anna Chlumsky como una dama de honor nerviosa y Da'Vine Joy Randolph como una dama de honor atrevida y descarada. Todos necesitan romper con sus agentes. (Y quienquiera que haya hecho las escenas de riesgo; los dobles de cuerpo son vergonzosos).
"Bride Hard" llega a un punto bajo de locura en una secuencia de batalla en la que las damas de honor, todas con suaves vestidos rojos, usan cañones de la época revolucionaria para enfrentarse a mercenarios entrenados con equipo táctico y lanzagranadas. Esto, por supuesto, da lugar a muchas bromas sobre "meter la pata".
Si decides desembolsar dinero real para ver este fracaso histórico en los cines en lugar de esperar hasta poder verla de forma gratuita en un servicio de transmisión, tenemos un consejo: trae tus pechos de apoyo emocional.
“Bride Hard”, estreno de Magenta Light Studios en cines el viernes, tiene clasificación R por “referencias sexuales y algo de violencia”.
Duración: 105 minutos.
Cero estrellas de cuatro.
