
Durante una operación de gran envergadura denominada "Operación Fake Monster", las autoridades brasileñas lograron desarticular un plan terrorista que tenía como objetivo el multitudinario concierto gratuito de Lady Gaga en la playa de Copacabana, Río de Janeiro, el pasado 3 de mayo de 2025.
El evento, que marcó el regreso de la artista a Brasil después de 13 años, congregó a más de 2.5 millones de personas, convirtiéndose en el espectáculo más concurrido de su carrera. Según informes de la Policía Civil de Río de Janeiro, el grupo extremista detrás del plan utilizaba perfiles falsos en redes sociales, haciéndose pasar por fans de Lady Gaga, conocidos como "Little Monsters", para reclutar adolescentes y promover ataques con explosivos improvisados y cócteles molotov.
También se dio a conocer que el objetivo principal era atentar contra la comunidad LGBT+, niños y adolescentes, difundiendo discursos de odio y fomentando la radicalización mediante desafíos virales y simbolismo extremista. De acuerdo con la policía, el principal sospechoso planeaba detonar explosivos cerca del escenario durante el concierto con la intención de transmitir en vivo el asesinato de un niño como parte de un ritual satánico.
El grupo utilizaba las redes sociales para coordinar sus actividades y difundir su ideología extremista; según el Ministerio de Justicia, los ataques estaban dirigidos principalmente a la comunidad antes mencionada, aprovechando la visibilidad del evento para maximizar el impacto mediático.
La Policía Civil de Río de Janeiro desplegó un operativo simultáneo en 13 inmuebles de varios estados del país: Río de Janeiro, São Paulo, Rio Grande do Sul y Mato Grosso. Durante las redadas, se incautaron dispositivos electrónicos y se arrestaron a varios individuos, aunque no se encontraron explosivos en el momento de los arrestos, las autoridades creían que los artefactos estaban listos para ser utilizados en el concierto.
El juez Jaime Freitas da Silva, del estado de Rio Grande do Sul, ordenó la liberación del principal sospechoso bajo ciertas condiciones, incluyendo la obligación de presentarse cada dos meses ante la justicia y notificar cualquier cambio de domicilio o número telefónico, pues si no cumple con estas condiciones, volverá a prisión.
La seguridad en el concierto fue reforzada significativamente, con la presencia de 5 mil 200 oficiales de policía y militares, además de drones y sistemas de reconocimiento facial. Las autoridades decidieron no informar al público sobre la amenaza antes del evento para evitar el pánico, y el concierto se llevó a cabo sin incidentes.
A pesar de ello, Lady Gaga expresó su gratitud y admiración por sus fanáticos y la cultura brasileña, destacando la resiliencia y el espíritu del público que asistió al concierto. En un mensaje en redes sociales, la artista enfatizó la importancia de la solidaridad y el amor frente al odio y la violencia.