El Paso, Texas.- Alrededor de 2 mil personas que se congregaron para participar en la onceava edición de Abrazos no Muros portaban playeras con decorados en papel picado alusivas al Día de Muertos, en la espalda llevaban el número 176, el cual corresponde a la cantidad de migrantes que han perdido la vida en su travesía para llegar a los Estados Unidos, solo en el sector de El Paso en 2024.
Hoy 2 de noviembre, Día de Muertos, se homenajeó a los migrantes víctimas de un contexto hostil que orilla a las personas en contexto de movilidad a recurrir a medidas de alto riesgo en lugar de acceder a programas ordenados y de oportunidad.
Fernando García, director de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR, por sus siglas en ingés), ente que organiza el evento “Abrazos No Muros” desde 2016, compartió que, además de la oportunidad de qué las personas se puedan reencontrar y abrazar a sus seres queridos, se trata de un una acción de protesta en contra de las políticas migratorias que separan familias.
“Hay un número récord de migrantes que ha fallecido este año al tratar de cruzar esta frontera; migrantes que vienen solo a buscar una mejor vida, protección y ayuda, encuentran la muerte en estos ríos, en estos desiertos; 175 migrantes este año, solo en este sector de El Paso”, informó al estimar que las cifras que en próximos días dará a conocer de forma oficial la autoridad estadounidense, sumará más de mil casos en toda la frontera norte de México y sur de Estados Unidos.
Apuntó que la situación ha ido un aumento en los últimos 10 años, pues al principio de la década se reportaban entre cinco y 10 casos anuales; que sea multiplicado en donde se pierde la vida de niños, niñas, mujeres y hombres adultos.
“No habíamos pasado un momento tan difícil como el que estamos pasando el día de hoy y en estos días; sabemos que estamos a unos días de las elecciones, pero varios de los temas que están pasando en la frontera, no se están hablando como debería”, dijo García.
Refirió que la política migratoria está impactando a las familias ocasionando que sus integrantes estén separados, lastimando así su desarrollo personal y bienestar.
“No pueden estar con sus familias por una política intencional, injusta que no reconocer que Estados Unidos es u va a seguir siendo un país de migrantes, quienes han estado en la primera fila: social, económica, política para levantar este país”, señaló.
El líder defensor de Derechos Humanos expresó que existe preocupación respecto a las propuestas de los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos, quienes han prometido que habrá más deportaciones lo que sólo se traduce con separación de familias.
Hizo un recuento del panorama en el cual han podido ofrecer esta oportunidad a miles de familias de reencontrarse en la cuenca del río Bravo, pues en años anteriores no tenían que convivir con alambre de púas adicional al muro que divide a ambos países, y que ha sido instalado con el único objetivo de retraer el intento de ingresar al territorio sin que se brinden las condiciones para que haya una movilidad ordenada.