Muchos juarenses que por extrañas creencias decidieron no vacunarse, se están dando de topes al conocer que después de la visa, la exigencia principal del gobierno estadunidense para permitir el ingreso de visitantes será que cuenten con un esquema completo de vacunación. Y es que, de acuerdo con datos proporcionados por la Secretaría de Salud, en Ciudad Juárez más de 50 mil personas están pendientes de vacunarse, refiriéndonos a aquellas de 18 años o más que dejaron pasar las jornadas sin aplicarse las dos dosis.

Pues ahora todos ellos están ansiosos de que las autoridades mexicanas definan una fecha para poder vacunarse como rezagados. Claro que les urge porque prácticamente ese comprobante se convierte en su otra visa, lo importante es que puedan cruzar y no perderse de las ofertas en los negocios gabachos.

Y mire lo que son las cosas, por otro lado alrededor de 16 mil maestros aquí en Juárez están más que molestos porque fueron vacunados con la fórmula Cansino y resulta que el gobierno de Estados Unidos todavía no la reconoce, porque al mismo tiempo no es avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en esas circunstancias se encuentra también la vacuna rusa Sputink V.

Los maestros juarenses están presionando a las autoridades de México para que haga las gestiones con los estadunidenses y de esta manera les respeten y acepten su vacuna para que puedan cruzar, pues cómo que los van a dejar fuera del Thanksgiving, del Black Friday o de las compras navideñas en Ross. Aunque tampoco podemos negar que muchos de ellos están ansiosos de volver a ver a sus familiares que se encuentran del lado americano. Ojalá les resuelvan pronto.


¡Qué difícil es darle gusto a todo mundo!, sobre todo cuando a los de arriba les enoja que se les eche la mano a los de abajo. Nos referimos así porque tras el anuncio de presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, de que este fin de semana arrancará un esquema de regularización de vehículos “chuecos”, de inmediato pusieron el grito en el cielo los de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores, la famosa (AMDA), quienes rechazaron la propuesta del presidente López Obrador porque insisten que las únicas beneficiadas son las mafias.

Pero seguramente ellos son directivos que viven en las zonas más exclusivas del país, que no sufren el problema de movilidad por un transporte deficiente, ni mucho menos saben del sacrificio que hacen miles de familias para tener un patrimonio, porque un vehículo no es un lujo, sino una necesidad, pues a estos señores se les hace muy fácil señalar que la gente debe comprar un auto nuevo. ¡A todos nos gusta la idea de un auto nuevo! El asunto es que son muy caros y los que nos quieren vender “austeros”, no cuentan con muchas medidas de seguridad.

Eso no lo hacen en Estados Unidos, ¿por qué en México sí nos tenemos que comprar un auto sin bolsas de aire? Autos nuevos, sí, pero sin dirección hidráulica, con el volante más duro que el de un tráiler viejo, porque si lo pide con esos “lujos” entonces le sale un ojo de la cara. Por esa razón muchas personas prefieren comprar un carrito gabacho usado, con choquesitos leves que se puedan reparar y no tener que amarrase a pagar por cinco o siete años un auto con mensualidades que superan por mucho el presupuesto de un obrero.

Por otro lado, muchos de los que están molestos por este programa de regularización no toman en cuenta que también es un aspecto de seguridad, en primera porque las autoridades han insistido en que el 80 por ciento de los delitos que se han cometido, hablando de esta ciudad fronteriza y sobre todo en crímenes de alto impacto, se utilizan vehículos sin matrícula que permiten que fácilmente los delincuentes puedan escabullirse y evadir a las autoridades.

Además, a muchas personas las han chocado conductores en autos sin placas o con permisos “pafos” y se dan a la fuga, sin que puedan ser rastreados y obligados a saldar los daños generados. Ahora bien, el presidente López Obrador fue muy claro, el recurso que se obtenga por la legalización se quedará en cada entidad, etiquetado para atender problemas de baches y de beneficio social. En el caso de Chihuahua se estiman poco más de 650 millones de pesos que entrarían a las arcas y buena falta que le hacen, así que los señores de la AMDA o se aguantan o bájenle un poquito los precios a sus carros y permitan que la gente realmente tenga una oportunidad viable de comprar un carro nuevo… de lo contrario, calladitos se ven más bonitos.


Cuando abordamos temas como el siguiente no sabemos si reír o llorar o las dos cosas, pero de puro coraje. Y en esto sí que tiene razón el presidente López Obrador cuando dice: “No puede haber un pueblo pobre con un Gobierno rico”. Lástima que esa filosofía solo queda en una frase bonita y no tanto en una realidad como muchos lo exigimos. ¿Sabe cuánto nos cuestan nuestras autoridades, por ejemplo nuestros diputados locales? Mire, los diputados del Congreso del Estado tienen proyectado para el 2022 un presupuesto de 565 millones 273 mil 939 pesos, ¡Ah pero eso sí!, dijo la diputada Yesenia Guadalupe Reyes, en representación de la Junta de Coordinación Política, que en el presupuesto para el próximo año hicieron los ajustes necesarios, es decir, “se apretaron el cinturón” para lograr un ahorro de 8 millones de pesos. Mire nomás cuánta generosidad de nuestros legisladores al no excederse tanto en el gasto de nuestros recursos.

Tan solo para servicios personales, vaya usted a saber cuáles, pretenden gastar 285 millones 953 mil 709 pesos. Materiales y suministros otros 100 millones 666 mil 754 pesos, pero lo que nos hace más ruido son los 157 millones en lo que han denominado “gastos generales”. Y si eso ya le está provocando que se le revuelva el estómago, déjeme decirle que para transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas 380 millones 593 mil 906 pesos.

Eso en cuanto a los diputados, pero el órgano encargado de supervisar el dinero público, es decir, la Auditoría Superior del Estado, también tiene un presupuesto bastante jugoso. ¡Qué caro nos sale que nuestros gobernantes hagan bien su trabajo! Ahora resulta que la Auditoría está presupuestando 172 millones 620 mil 843 pesos únicamente para gastarse durante 2022. Y eso que no hay dinero.

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