Fuera. Apenas hace unas horas Felipe Sandoval Magallanes daba declaraciones sobre los temas de salud en el estado cuando le avisaron que tendría que presentar su renuncia a la Secretaría de Salud. La notificación realmente sorprendió a quienes dan seguimiento a la política interna de Chihuahua.
Tras un encuentro entre la gobernadora Maru Campos y los integrantes del gabinete social, se tomó la determinación de destituir a Sandoval Magallanes quien se había mantenido al frente de la Secretaría de Salud desde que comenzó la administración en 2021.
Una de las razones que se expusieron y justificaron la salida del médico cirujano formado en la UNAM es que se cometieron omisiones y hubo indolencia por parte del antiguo secretario, especialmente en la atención a la Sierra Tarahumara, que ha sido uno de los objetivos prioritarios en el gobierno.
La presencia de Sandoval en conferencias esta semana no hacía sospechar su salida. Regularmente cuando alguien se está jugando el puesto guarda silencio, se aleja de los reflectores y a veces hasta desaparece. Cuando empiezan las preguntas sobre su paradero entonces se anuncia su retiro.
Pero en el caso del antiguo director adjunto del Hospital General de México no ocurrió algo así. Casi se puede pensar que fue una decisión abrupta por parte del Estado, pero dicen que siempre hay muy buenas razones para decisiones tan relevantes como esta. Los detalles por ahora están bajo resguardo.
El anuncio llegó precedido por una investigación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en la que se determinó que el Gobierno del Estado de Chihuahua tiene responsabilidad en la muerte de siete niños por no acceder a servicios de salud. Tuvieron complicaciones por la desnutrición.
Puede que el tema esté muy relacionado con la salida de Sandoval aunque el caso al que hace referencia la investigación ocurrió entre 2019 y 2020. Sin embargo, parece que no se hicieron los cambios ordenados y al final alguien tuvo que pagar los platos rotos. Habrá que estar pendientes de declaraciones al respecto.
Apoyo. Las posturas sobre la situación migratoria que se vive en Juárez siguen surgiendo. Que si se acaba la paciencia; que si hay que aguantar hasta donde sea posible; que los derechos humanos de las personas están por encima de todo incluso si han cometido alguna falta, aunque sea leve.
Ahora, partidos y políticos se han responsabilizado entre sí sobre cómo dar respuesta a las demandas de las personas. Lo cierto es que todos tienen un grado de responsabilidad en la forma en la que se aborda el tema, sin embargo, para cambios a nivel macro, el Gobierno de México es el indicado.
Este escenario no es nuevo. Incluso ha habido más personas migrantes y en condiciones más extremas, así que las autoridades, como se dice popularmente, saben cómo se mueven las cosas. Han demostrado que tienen capacidad para convencer, resguardar y atender a miles.
Con la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Chihuahua se espera que se aclaren los puntos relacionados con la migración y que de nuevo la coordinación se imponga a las diferencias políticas. El respeto a los derechos de las personas debe prevalecer en la entidad.
Transporte. Las mejoras al transporte público han sido una de las principales exigencias de los ciudadanos. El servicio ha empeorado en los últimos años y poco se ha hecho realmente para tratar de revertirlo. Por lo que urgen acciones, vengan de donde vengan, para que los camiones pasen por lo menos a una hora establecida.
El tema llegó al Congreso con una propuesta de Morena, que si se revisa a fondo, se podrí concluir que se aleja un poco de la realidad y de las necesidades primordiales que se necesitan resolver ya. Quizá el plan a futuro pueda funcionar, pero ahora hay otras prioridades.
En tanto, la Secretaría de Gobierno analiza la forma en la que el aumento a la tarifa de transporte puede ayudar a mejorar las unidades. Prevén que para abril el nuevo precio esté establecido y que el Consejo Consultivo de Transporte haya llegado a un acuerdo para las mejoras.
Independientemente de la tarifa que se establezca, hasta 4 pesos son aceptables, lo urgente es que los camiones pasen a la hora acordada, que las unidades funcionen y que los asientos sean dignos para los usuarios. El hartazgo sobre el tema podría derivar en grandes protestas.