Rectoría. Hoy iba a ser un día especial en la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACh), comenzaría una nueva etapa de la institución con la llegada de un nuevo rector, pero una serie de recursos legales detuvieron la ceremonia de toma de protesta de Luis Rivera Campos en la máxima casa de estudios.

Rivera Campos fue electo por mayoría en el Consejo Universitario hace unas semanas. Algunos lo pusieron al frente de la institución incluso antes de que los consejeros votaran. Los números confirmaron la llegada del antiguo director de la Facultad de Derecho a la Rectoría, pero las inconformidades surgieron rápidamente.

Un Juzgado de Distrito del Poder Judicial Federal aceptó un amparo y otorgó una suspensión definitiva que impide a Rivera Campos rendir protesta hasta que se resuelva la situación. El argumento principal es que hay un conflicto de interés por parte del maestro: es familiar de la gobernadora de Chihuahua.

Para algunos sectores esa condición no representa un riesgo, pues las instituciones son autónomas y no deben de someterse a presiones de ningún tipo. Sin embargo, para otros representa la oportunidad perfecta para tomar ventaja dentro del proceso de renovación de la UACh.

Alguien tiene que estar al frente en lo que se aclara el asunto, por lo que Heliodoro Araiza rindió protesta como rector interino de la UACh. Puede estar en el cargo hasta por seis meses. Él sustituye de momento a Jesús Villalobos, quien entró al quite tras la renuncia de Luis Fierro el año pasado.

El trabajo en la universidad debe continuar. Los estudiantes están a mitad del semestre y deben recuperar todo el tiempo que se complicó durante la pandemia. Las cuestiones políticas no deben afectar el funcionamiento y las resoluciones deben ser claras, apegadas a la ley y sin demora por tratarse de una institución tan importante.


Elementos. El Senado de la República aprobó el martes por la noche la permanencia de las Fuerzas Armadas en las calles hasta 2028 para realizar tareas de seguridad, algo que la oposición y grupos defensores de derechos humanos han calificado como la militarización del país que traerá consecuencias negativas.

Pero la mayoría de los legisladores validaron el argumento de que se atenderá la situación de inseguridad en México, que por años ha causado muertes, dolor e impunidad. Aunque saben que tener más elementos en las calles no garantiza del todo que los delitos disminuyan. Ese es un gran reto.

Sobre este tema, la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos Galván, dijo que el despliegue de las Fuerzas Armadas debe ser provisional, no algo permanente, pues a aparte de generar desconfianza entre la población, se debería dar prioridad a las policías locales para el combate y prevención de delitos.

Si bien la coordinación entre corporaciones ha sido positiva y siempre se ha demostrado disponibilidad, se considera que a largo plazo podría haber más afectaciones que buenas condiciones para el desarrollo de su personalidad. La violencia es algo nato en estos ambientes, así que más vale estar cuidado.


Licencia. Recién presentó su primer informe de actividades en el Congreso, la diputad del PAN, Georgina Bujanda Ríos, solicitó licencia para separarse del cargo por tiempo indefinido, pues todo parece indicar que se sumará a las filas de la Universidad de Chihuahua.

La legisladora llegó a la presidencia del Congreso como una de las diputadas más preparadas. Coincidió junto con la gobernadora Maru Campos y la magistrada Myriam Hernández como representantes de los poderes Ejecutivo y Judicial. La ceremonia se desarrolló sin contratiempos.

El lugar de Bujanda será ocupado por otra funcionara estatal: Margarita Blackaller, quien en el Ejecutivo ha obtenido respaldo por sumarse al trabajo Legislativo y experimentar una nueva etapa para la industria. Pero el objetivo es evitar al 100 por ciento los accidentes y malos entendidos. ¿Será posible?

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