Brasil.- ¿Querían fútbol espectáculo, con toques de primera, paredes y tacos?
Uruguay, habitualmente denostado por su fútbol mezquino, ganó, gustó y goleó 4-0 sobre el tibio Ecuador el domingo en su presentación en la Copa América, un aviso de que no cederá fácilmente su condición de máximo ganador de títulos continentales (15).
Nicolás Lodeiro, Edinson Cavani y Luis Suárez, un trío ofensivo para temer, anotaron tres de los cuatro goles en el estadio Mineirao de Belo Horizonte, con sus tribunas casi desiertas, en duelo por el Grupo C. Chile y Japón, que completan la llave, se miden el lunes. El cuarto fue producto de un autogol del defensor Arturo Mina, sancionado vía VAR a los 78 minutos.
La falta de público en la competencia a nivel selecciones más antigua del mundo ha sido la nota en los primeros partidos, salvo el debut de Brasil.
Ecuador, que jugó con diez desde los 24 minutos por la expulsión de José Quintero, sufrió una derrota casi tan dolorosa como el 6-1 ante Argentina de 2004, que le costó el puesto en ese entonces a su actual técnico colombiano Hernán Darío Gómez. Con 315 goles recibidos, la Tricolor es la selección más goleada en la historia de la competición.
En la previa del certamen, el maestro Óscar Tabárez, timonel de Uruguay en forma ininterrumpida desde 2006, bromeó que su equipo seguiría “jugando a nada” en respuesta a los críticos de sus planteamientos defensivos. El quiebre se ha dado en el mediocampo con la inclusión de una nueva generación de volantes con mayor vocación ofensiva: Matías Vecino, Nahitan Nández, Rodrigo Bentancur y en esta oportunidad Lodeiro, para abastecer y asociarse con los dos gigantes del área.
A los seis minutos, Suárez envió el centro pasado desde la derecha, Lodeiro entró sin custodia al área, la bajó con el muslo izquierdo, le jugó el sombrero a José Quintero y sacó el zurdazo de gol, el número 400 de la Celeste en el certamen continental.
Quintero soñará con el ahora platinado mediocampista de los Sounders de Seattle de la MLS, a quien le propinó un codazo que le valió la expulsión.
A los 32, el arquero Alexander Domínguez frustró un contragolpe feroz de Suárez que Cavani firmó de taco. En el tiro de esquina siguiente, el capitán Diego Godín bajó el balón de cabeza al punto de penal y desde ahí el delantero del PSG francés ajustició con una media chilena.
Antes del descanso ninguna cabeza ecuatoriana despejó y por atrás Suárez no perdonó. Fue el reencuentro del “Pistolero” con la red en Brasil, cinco años después del recordado mordisco al italiano Giorgio Chiellini en el Mundial de 2014 que le valió una suspensión de cuatro meses en todas las competencias.
Suárez, sin vestigios de una artroscopia en la rodilla derecha a la que fue sometido el 9 de mayo, elevó a 57 dianas su marca como goleador histórico de su país.
Para ponerle broche a la pesadilla, Mina la metió en su propio arco.
Ecuador no tiene presente, pero sí un gran futuro a partir de la medalla de bronce obtenida en el Mundial Sub20 bajo el mando del argentino Jorge Célico, que involuntariamente se ha convertido por ello en una amenaza para el “Bolillo”.
Uruguay chocará el jueves con la invitada Japón en Porto Alegre, mientras que Ecuador lo hará un día después ante Chile, campeón de las últimas dos ediciones.
