Tigres ya piensa en el Mundial de Clubes y en Qatar. Los felinos no se desgastan de más en el Guard1anes 2021 y hasta se dan el lujo de guardar a su estrella francesa, aun así, les bastó para ganarle a un Atlas muy flojo que no muestra síntomas de mejoría y que ni siquiera ha marcado gol en el torneo. Con un par de zarpazos letales fue suficiente. 0-2 final.
Atlas tuvo el factor motivación a su favor. En cuanto tuvieron el conocimiento que André-Pierre Gignac, estaría ausente, los tapatíos quisieron aprovecharse de esa circunstancia en su rival mermado.
La misión fue complicada, pero eso poco le importó a los tapatíos y su inicio fue mejor que lo esperado. El local fue agresivo y no se achicó, se notó su urgencia por adelantarse en el marcador y se metió muy fácil al área felina, pero la falta de un creativo que intentara algo distinto les cobró factura. Milton Caraglio no pudo solo y nunca preocupó al portero Nahuel Guzmán.
Con los regiomontanos fue muy distinto. Cuando La Academia dominaba, llegaba y se mostraba mejor, Tigres marcó un tanto inesperado, aunque letal. El balón parado, de forma sorpresiva, fue la forma en la que marcaron. Francisco Venegas aprovechó su titularidad, después de 17 meses, y asistió a Carlos González. La bomba felina respondió, aprovechó la pésima marca que le hizo Hugo Nervo, quien le dio la espalda al balón y nunca se enteró cuando el paraguayo le remató a escasos metros. Aldo Rocha quiso despejar, pero sólo distrajo a Camilo Vargas, quien nada pudo hacer para detener el festejo.
Desde ese momento, la visita tuvo la posesión a su placer, pero tampoco es que haya sido espectacular al frente. Fue un juego centralizado, con poca acción y nulas emociones.
El complemento no varió mucho. El Tuca Ferretti cuidó a varios de sus jugadores, ya con el pensamiento en su cita en Qatar de los próximos días. Los felinos se encerraron, cedieron la iniciativa, con la mínima ventaja les bastó y renunciaron al ataque. Atlas quiso, mostró síntomas de mejoría con Luciano Acosta y Marcelo Correa, pero no pudo.
Atlas tuvo el factor motivación a su favor. En cuanto tuvieron el conocimiento que André-Pierre Gignac, estaría ausente, los tapatíos quisieron aprovecharse de esa circunstancia en su rival mermado.
La misión fue complicada, pero eso poco le importó a los tapatíos y su inicio fue mejor que lo esperado. El local fue agresivo y no se achicó, se notó su urgencia por adelantarse en el marcador y se metió muy fácil al área felina, pero la falta de un creativo que intentara algo distinto les cobró factura. Milton Caraglio no pudo solo y nunca preocupó al portero Nahuel Guzmán.
Con los regiomontanos fue muy distinto. Cuando La Academia dominaba, llegaba y se mostraba mejor, Tigres marcó un tanto inesperado, aunque letal. El balón parado, de forma sorpresiva, fue la forma en la que marcaron. Francisco Venegas aprovechó su titularidad, después de 17 meses, y asistió a Carlos González. La bomba felina respondió, aprovechó la pésima marca que le hizo Hugo Nervo, quien le dio la espalda al balón y nunca se entero cuando el paraguayo le remató a escasos metros. Aldo Rocha quiso despejar, pero sólo distrajo a Camilo Vargas, quien nada pudo hacer para detener el festejo.
Desde ese momento, la visita tuvo la posesión a su placer, pero tampoco es que haya sido espectacular al frente. Fue un juego centralizado, con poca acción y nulas emociones.
El complemento no varió mucho. El Tuca Ferretti cuidó a varios de sus jugadores, ya con el pensamiento en su cita en Qatar de los próximos días. Los felinos se encerraron, cedieron la iniciativa, con la mínima ventaja les bastó y renunciaron al ataque. Atlas quiso, mostró síntomas de mejoría con Luciano Acosta y Marcelo Correa, pero no pudo.
