Roma, Italia.- El número uno del mundo Jannik Sinner regresó de manera sólida tras cumplir una suspensión de tres meses por dopaje al vencer al argentino Mariano Navone, clasificado 99, por 6-3, 6-4 el sábado ante un público adorador en el Abierto de Italia.
Fue el primer partido de Sinner en más de 100 días, desde que ganó su tercer título de Grand Slam en el Abierto de Australia en enero.
No hubo demasiados signos de oxidación y no le tomó mucho tiempo a Sinner comenzar a acertar sus golpes de fondo o cerca de las líneas. Cuando el italiano rompió para 3-1 en el primer set, la multitud dentro del Campo Centrale cantó “Ole, ole, ole, Sin-ner, Sin-ner”.
Muchos de los 10,500 aficionados que abarrotaron el lugar estaban vestidos de naranja, el color temático de Sinner. Y había muchos carteles que decían “Bentornato Jannik” (“Bienvenido de nuevo Jannik”).
La victoria extendió la racha ganadora de Sinner a 22 partidos, que se remota a octubre.
En febrero, Sinner llegó a un acuerdo con la Agencia Mundial Antidopaje sobre una suspensión que generó cuestionamientos, ya que convenientemente le permitió no perderse ningún Grand Slam y regresar en su torneo local.
El acuerdo se realizó después de que la AMA apelara la decisión que tomó la Agencia Internacional de Integridad del Tenis el año pasado de exonerar completamente a Sinner por lo que consideró una contaminación accidental por un esteroide anabólico prohibido en marzo de 2024.
Muchos compañeros profesionales sintieron que Sinner fue tratado con demasiada indulgencia.
Pero el público en la sesión nocturna del Foro Itálico apoyó completamente a Sinner, quien ha seguido siendo el atleta más popular de Italia a pesar de su suspensión.
Cuando Sinner lanzó un revés ganador en la línea al principio del primer set —el game en el que finalmente rompió el servicio de Navone— un fanático de Sinner gritó, “Destrúyelo”.
Otro cartel en la multitud se traducía como “Haz latir nuestros corazones”. Uno más se refería a la elección de un nuevo papa esta semana justo en la carretera en el Vaticano, bromeando que “¡Después de tres meses de cónclave, Habemus Papam!” — usando las palabras en latín que se anuncian desde el balcón de la Basílica de San Pedro cuando se elige a un papa.
La única verdadera caída de Sinner vino al final del segundo set cuando no logró consolidar un quiebre y perdió su servicio. Pero rompió de nuevo en el siguiente juego y luego sirvió para ganar.
El último hombre italiano en ganar el título de Roma fue Adriano Panatta en 1976.
Sinner enfrentará a continuación al clasificado holandés Jesper De Jong, quien venció 6-0, 6-2 Alejandro Davidovich Fokina (25).
