Ciudad Juárez-. La Selección Puertorriqueña de Baloncesto completó la remontada de una vida la noche de este domingo y venció a la Selección Mexicana por marcador de 80-75 para coronarse campeona del Centrobasket U-15.
Codazos, costalazos y canastas
Puerto Rico ganaba el típ off y ponía los primeros dos puntos en el tablero. Así arrancaban los hostilidades en la final del Centrobasket entre la Selección Mexicana y los boricuas. Un hervidero total el Gimnasio Universitario con el foul y cuenta que le daba tres unidades a la escuadra nacional.
Era físico el tema desde el arranque y los puntos en segunda chance estaban a la orden del día. Siete de los nueve puntos mexicanos venían del rebote ofensivo. Sonaba el “swish” de Fernando Tizcareño desde la esquina para clavar el triple.
A la tierra de Borinquén les pesaba el primer cuarto y no le terminaba de recortar a los aztecas. La defensa no era mala para la isla del encanto, no obstante, los pies no se quedaban quietos en la ofensiva. Jodereck Torres ponía de su parte con cuatro puntos, pero nada más. Nueve unidades de diferencia al final del primer tramo: 23-14 favor México.
Majaderas las manotas
No se quitaba lo físico en el inicio del segundo cuarto. Para muestra el codazo que se tragó Yair Olano en toda la cara. Tizcareño seguía caliente cual estufa. Ponía un doble con fade away (corriendo además) para quitarle la tapa a la canasta tricolor.
México era hiperactivo con las manos, por no decir casi epiléptico. Nunca estaban quietos y siempre había que estorbar en algo o del alguna forma. Del otro lado de la duela Puerto Rico parecía complicarse la vida a propósito, de todos los tiros se elegía el más difícil.
Todavía sin llegar al medio tiempo los boricuas ya ejercían presión de cancha completa. Lo anterior sin mucho éxito, porque César Lázaro de todos modos se colaba para dejar una bandeja. Puerto Rico colgaba sin orgullo alguno un cero gigantesco en el departamento de los triples. Jeremy Willmore ponía un manotazo para robar la bola, pero los muchachos de Luis Moreno se lo regresaban de cara a la canasta. 44-34 nos íbamos al descanso.
No estaban “mueltos”
Era perfecto el arranque mexicano de la segunda mitad. Tres de tres tiros embocados, inmaculado el asunto. Faltaba ver quien se atrevía a detenerlos.
Decirles “letales” quedaba corto para los tricolor. No perdonaban a nada ni a nadie en la pintura. Tres decenas marcadas desde la llave sin soltar la ventaja de doble dígito. Darrell Rodríguez, sin embargo, salía respondón con un triple que le ganaba un muy disimulado abucheo del respetable.
El que regresaba era Yair Olano después el golpe, su primer acción fue una clavada grosera que le voló la tapa al gimnasio. No descansaba el representativo borjnqueño y ahora si reducía la desventaja a siete unidades nada más. Se lucia John Arroyo con la bandeja. 50 segundo por jugar y la diferencia era apenas de tres puntos favor los de rojo. Nada para nadie con media hora jugada: México 61, Puerto Rico 54.
El boricua power y la remontada
Tenso como liga estirada el ambiente del cuarto cuarto. Se peleaba todo en la pintura y las dos quintetas apretaban la mano a la hora de defender. Puerto Rico ya caía nada más por la mínima con medio cuarto por jugar.
Salía enorme Arroyo con el foul y cuenta para empatar el compromiso a falta de seis minutos por jugar. 65-65 nos íbamos al alambre. Puerto Rico embuchaba un par de tiros libres y los de la isla ya tenía ventaja.
No paraban los boricuas, como si a propósito se hubieran guardado lo mejor para el final. Eran siete de ventaja después de los tiros libres. El entarimado por su parte, ya se enojaba con los silbantes.
La isla es campeona
Cuando mejor estaba el asunto, cuando el respetable se empezaba a quedar sin uñas, ahí es cuando se descompuso un reloj de tiro y había que parar todo. México calentaba con todo y preparador mientras que los boricuas se dedicaban al shootaround. Se hizo la luz 20 minutos más tarde, había que seguir jugando.
A Arroyo no le caló el descanso y otra vez era lapidario con un triple antes de que Luis Rosado pusiera una bandeja.
Quedaban menos de 90 segundos por jugar, México no se rendía y seguía en la remontada. Los boricuas pedían tiempo muerto con la pizarra 75-71 a su favor.
Un triple parecía mandar todo a guardar con 26 segundos por jugar y con México sin ganas de hacer foul. Dos posesiones, el tiempo de acababa.
Los seis segundos que quedaban se acabaron. El milagro no pudo ser: Puerto Rico era campeón del Centrobasket.