Tokio.- Katie Ledecky finalmente se cuelga una medalla de oro en Tokio.

La estrella estadunidense se recuperó del peor resultado de su brillante carrera olímpica para ganar el miércoles los mil 500 metros libres, primera vez que se lleva a cabo la prueba en la rama femenil en el programa olímpico.

No fue el triunfo que todos anticipaban. Tomó una gran ventaja desde el principio, pero pasó problemas para superar a su compatriota Erica Sullivan en los últimos metros.

Pero Ledecky llegó primera con tiempo de 15 minutos, 37,39 segundos. Sullivan terminó en segundo puesto con 15 minutos 41.41 segundos, mientras que el bronce fue para la alemana Sarah Kohler con 15 minutos 42.91 segundos.

“Pienso que hay personas que podrían sentirse mal de que no lo gane todo, y esas cosas, pero quiero que la gente se preocupe por otras cosas que están pasando en el mundo, personas que sufren en verdad”, dijo Ledecky. “Estoy orgullosa de darle una medalla de oro al equipo de Estados Unidos”.

Fue una jornada turbulenta para Ledecky en el Centro Acuático, quien se vio un tanto abrumada por los altibajos que vivió en cuestión de una hora.

Rebasó un carril para abrazar a Sullivan y celebrar con un poco característico grito hacia la porra estadunidense y pareció contener el llanto al retirarse los goggles antes de salir de la piscina.

En su primera final del día, Ledecky fue superada ampliamente por su rival australiana, Ariarne Titmus, quien venció por segunda ocasión en dos oportunidades a la estrella estadounidense con su triunfo en los 200 libres.

De hecho, Ledecky ni siquiera consiguió una presea, la primera vez que eso le sucede en unos Juegos Olímpicos. Ledecky ni siquiera estuvo cerca , haciendo la primera vuelta en el séptimo lugar y nunca subió más allá de la quinta posición que consiguió al final.

“Después del 200, sabía que tenía que cambiar de página muy rápido”, comentó Ledecky. “En la cálida piscina pensaba en mi familia. En cada brazada pensaba en mis abuelos”.

La voz se le quebró. Apretó los ojos intentando contener el llanto.

“Son las cuatro personas más fuertes que conozco”, declaró, “y eso fue lo que me ayudó a superar eso”.

Titmus, conocida como Terminator le dio a las australianas su tercera medalla de oro en natación individual con un récord olímpico de 1:53,50, sumándose a su triunfo en los 400 libres.

En la competencia más larga, Titmus conservó su energía en la primera mitad, luego vino de atrás para pasar a Ledecky con la segunda actuación más rápida de la historia.

Siobhan Haughey de Hong Kong estuvo al frente durante buena parte de la competencia antes de quedarse con la plata con crono de un minuto53.92 segundos El bronce fue para la canadiense Penny Oleksiak con un minuto 54,70 segundos.

“Obviamente, haber tenido un gran resultado en los 400 me dio confianza en los 200”, admitió la campeona. “Creo que mi cierre fue mi fortaleza en los 400. Sabía que podía aprovechar eso en los 200”.

Titmus no quedó complacida del todo con su tiempo, pero fue suficiente para ganar otro oro.

“Sinceramente, no es el tiempo que pensé que podía lograr esta mañana, pero son los Olímpicos y hay muchas otras cosas que pasan”, comentó. “Así que todo se reduce a ganar aquí. Estoy muy contenta".

La italiana Federica Pellegrini terminó en séptimo sitio en sus quintos y últimos Juegos Olímpicos. Se llevó el oro en 2008 y sigue siendo la poseedora del récord mundial.

Estados Unidos sumó otras dos medallas en los 200 metros combinados para mujeres, pero no del metal deseado.

La japonesa Yoi Ohashi completó la prueba por delante de las estadounidenses Alex Walsh y Kate Douglass, sumando otra victoria a su oro en los 400 metros combinados.

El tiempo de Ohashi fue de dos minutos 08.52 segundos, Walsh se quedó con la plata con dos minutos 08.65 segundos, y el bronce fue para Douglass con dos minutos 09.04 segundos.

La campeona olímpica defensora y plusmarquista mundial, la húngara Katinka Hosszu, terminó en séptimo lugar a los 32 años, la competidora de mayor edad en la final.

No hubo sorpresas en los 200 metros estilo mariposa, donde el húngaro Kristof Milak logró otra dominante victoria.

Milak ganó la prueba por casi dos cuerpos de ventaja, refrendando su condición como uno de los mayores favoritos de la piscina olímpica. Llegó con tiempo de un minuto 51.25 segundos, casi dos segundos y medio delante del japonés Tomoru Honda, quien se colgó la plata con 1 minuto53.73 segundos.

El bronce fue para el italiano Federico Burdisso

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