Hidalgo del Parral.- Los Indios de Ciudad Juárez pegaron primero en la serie de playoffs ante los Mineros de Parral por marcador de 5-4 con extra innings y sufridera incluida.
Era la novena aborigen la que se adelantaba temprano. Apenas en la parte alta de la tercera entrada ya aprovechaban un error de los filders parralenses y descolgarse hasta home con un par de carreras, dejando el asunto 2-0.
La novena de la capital del mundo no se iba a quedar con los brazos cruzados. Medio cuadro más tarde le hacían daño a Vidal Sotelo con un sencillo propulsor de Luis Quintana que mandaba a la goma a Rafa Arámbula. 2-1 la pizarra.
Era un toma y daca cual pelea de box. Rodolfo Soto puso la tercer rayita de los fronterizos con otro sencillo remolcador en la parte alta del cuarto asalto para que en la parte m baja del mismo capítulo Quintana devolviera la grosería para el 3-2.
El rancho de los Indios siguió ardiendo, fue un verdadero martirio salir del cuarto inning. No obstante, a fin de cuentas les salió barato el desastre. Permitieron solamente una carrera más cortesía de un toque de bola. Este último engatilló a Kevin Zamudio por los rumbos de la primera base y trajo al plato la del empate 3-3.
Ya en la últimas de Sotelo la escuadra del pico y la pala se las ingenió para darle la vuelta al marcador 3-4 en el cierre del quinto capítulo.
No fue hasta la parte baja de la octava entrada cuando entraba a la caja de bateo un todavía rengueante Carlos “Hulk” Díaz con corredores en posición de anotar. Dicen que más sable el diablo por viejo que por conocido y ese fue el caso con el remendado inicialista.
Le bastó con contactar las costuras para mandar la bola arriba y provocar un elevado de sacrificio, un penacho cruzaba el pentágono. La pizarra leía 4-4. Así, cucho y casi sin jugar había igualado las hostilidades.
De ahí en más no se pudieron hacer nada. Se enfrascaron en duelo de defensivas y Carlos Gastélum incluso se dio el lujo de ponchar a tres Indios seguidos en nombre de la cuarta zona.
Javier Encinas se vistió de héroe con el madero dentro de las tierras mineras y en la parte alta de la décima entrada. Esto gracias a un elevado de sacrificio para timbrar en la registradora a Kevin Zamudio. 5-4 el marcador y lo único que hacía falta era aguantar desde la loma de los disparos.
Esa última tarea era más sencilla decirla que hacerla. Edwin Zamudio batalló como alemán en Francia: se le llenaron las bases y ya sentía pasos en la azotea con un minero en cada sendero y con ganas de dejarlo en el terreno.
Acto seguido se hizo presente lo que parecía ser nada más que un milagro del nazareno y una ejecución como de reloj suizo. Cayó la rola perfecta para el doble play; como de escuelita, de video de entrenamiento….
Del cuatro al seis al tres y así se acaba el asunto. Ganaban los Indios y Parral había visto pelota de a grapa.