¿El guante le costó el puesto al 'Lobo' Encinas?
Foto: Cortesía | Indios de Ciudad Juárez

Ciudad Juárez.- El pasado fin de semana los Indios de Ciudad Juárez se deshicieron de uno de los nombres más reconocidos de su temporada pasada: Javier “Lobo” Encinas. Quien ya es hombre de los Manzaneros de Cuauhtémoc no hizo mal las cosas con el bate, sin embargo, tampoco parece haberle podido mucho a la afición fronteriza su salida... Entonces, ¿Fue la defensa la que le costó el trabajo?

La respuesta más corta y más sencilla es que sí. Que su defensa fue lo suficientemente deficiente para opacar un promedio de bateo de .310, 36 imparables y 13 carreras impulsadas. Súmele el porcentaje de embazarse de .391 y el OPS de 736. Los números a la hora de fildear no dan más que la razón.

El formado en la primera zona fue el segundo jugador de campo que más errores cometió con 11 pifias por el infield. Su cifra es superada únicamente por los 17 pecados del tercera base de los Soles de Ojinaga Jesús Bustamante. Tampoco ayuda el hecho de que los deslices se cometieron en todos los sectores del cuadro menos la primera almohadilla.

Encinas también supera por mucho el promedio de errores por jugador de la novena teporaca (3.33) e incluso el promedio por jugador en toda la Liga Estatal de Beisbol (3.21). Fue también el cuarto peor porcentaje de fildeo del circuito entero con su .876. La cosa sigue sin verse favorable si tomamos en cuenta el factor de rango.

El factor de rango (RF) está diseñado para promediar y evaluar las habilidades del jugador para atrapar la bola y hacer outs. En la lista de los peores jardineros del estado hay otros dos jugadores con 11 errores: Oliver Zepeda de Dorados y José Villa de Manzaneros. No obstante, de esos tres Encinas es el de rango más bajo con 2.64. 0.36 puntos por debajo de la universalmente aceptada marca de 3.00. Todos los demás sobrepasan la marca estandarizada con creces.

Todo haría creer que son todas esas las razones por las que los aborígenes dejaron ir a Encinas, sacrificando un bat más o menos decente, medianamente productivo y fin de cuentas útil a favor de darle la oportunidad a alguien más seguro con las manos de jugar el cuadro.

La decisión sobre el próximo rol del “Lobito” ahora depende nada más de los Manzaneros. Serán ellos los que decidan si fildea o no fildea; si se limita a labores de bateador designado o bien, si se les ocurre ponerlo a jugar en la inicial dada la mucha menor probabilidad de cometer un error en la primera base.

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