El Paso.- Luego de ponerle cerrojo a su temporada con una victoria en el Sun Bowl, el entrenador en jefe de los Cardenales de Louisville, Jeff Brohm, no tardó en elogiar el trabajo de su quarterback Harrison Bailey.

Esto después de que el jugador de último año tuviera la noche de su vida: completando 16 de 25 pases, sumando 164 yardas totales y anotando tres touchdowns. Todo esto como el suplente de Tyler Shough que ya no quiso jugar el tazón fronterizo de cara al draft de la NFL.

“Estamos muy orgullosos de Harrison. Es un gran quarterback y por eso tiene esa confianza, no hemos podido ponerlo a jugar mucho. Pero le gusta que le den el balón, le gustan los momentos cruciales, no podemos estar más orgullosos”, comentó el mandamás.

Asimismo, quien cumplió apenas dos años a cargo del programa de los pájaros rojos, destacó el aguante de su defensa. Mismas que no se achicó pese a enfrentar ocho jugadas seguidas en la zona de anotar.

“No quitamos el pie del acelerador. En años pasados hemos tenido equipos muy buenos defendiendo en zona roja u este equipo no es diferente. Jugaron fuerte, fueron agresivos y los pudimos contener”, remató.

Bailey se llevó el premio al Jugador Más Valioso del 91er Sun Bowl.

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