
El Paso, Texas.- Los Bravos de Ciudad Juárez cerraron su pretemporada cayendo en penales ante los Santos de la Comarca Lagunera en la vecina frontera de El Paso Texas la noche de este sábado.
Movidito movidito (Ft. Arremángala Repújala)
Hacía calor, calor de ese que solo hace en el desierto y que quema, quema como la hornilla de una estufa nueva. Era diferente el escenario: no de futbol, sino de beisbol…No para caballos sino para Chihuahuas. Así arrancaban las hostilidades de pretemporada, el “ensayo con vestuario” entre los Bravos de Ciudad Juárez y los Santos de la Comarca Lagunera en calidad de exportación.
Corría el minuto cinco de partido y había…Había ganas, no más. Juárez tenía una chance a balón parado que pasaba por arriba del marco de Carlos Acevedo. Hasta ahí. Entumidos todavía los 22 en la cancha.
La primera bola que llagaba a manos del greñudo era un disparo de Ángel Saldívar. Duraba poco la calma por que le pegaba lo novato a Leo Rodríguez. Regalaba una bola en propio sector y casi provocaba el primer gol de la Comarca.
Madson Da Silva no podía rematar un balón suelto que venía de un córner y la afición de Bravos (Que era minoría) se aguantó las ganas de gritar al tanto.
Se notaba el tema de la pretemporada ¿Por qué? Pregunta usted, pues por qué a Moisés Mosquera les estaban saliendo las cosas en la zona defensiva. Guillermo Castillo (Que no se llama así, pero así nos dijo que le dijéramos), pedía perdón por fallar una de cara al arco tras meterse como lagartija en el área chica.
Por ahí del minuto 25 Carlos Acevedo se llevaba un botín a la cabeza y se quedaba dolido. Entraban las asistencias, le hacían sana sana colita de rana y todos pa’ delante. Al que si descontaban del otro lado de la cancha era a Emmanuel Echeverría, cortesía del mencionado Mosquera. No pitaban falta ni enseñaban amarilla.
Justo a la media hora de partido todos se iban a la hielera porque hacía calor y había que rehidratarse. En el sonido local sonaba Arremángala Repújala de Banda Machos.
La más clara fue un centro al minuto 39. No obstante, al más puro estilo de Bravos era Haret Ortega el que tapaba la bola sin ninguna consideración por su antiguo equipo.
A cinco le final la chance también la tuvo Ricardo Da Silva “Ricardinho”, quedó de frente, solo y Acevedo metió la mano como gato boca arriba.
Ya para el 45 hacía falta el descanso porque al cuadro de las tierras de Juan Gabriel se le descomponía el asunto, regresaban a las mañas de la temporada pasada queriendo salir en corto.
Así nos íbamos al vestidor, con el menester movidito pero con el marcador intacto: 0-0 fronterizos y laguneros.
El “otro” Bravos
Arrancábamos el complemento con la apreciable música del respetable fronterizo. Le decían “Tonto” a Acevedo, tonto, pero con P.
Aparecía Alejandro Mayorga haciéndola de defensa porque Santos se animaba a ir para enfrente, de a poquito, sin mucho desenfado. Los que sí agarraban ánimos de verdad eran los sentados en las tarimas, ahora si se gritaban improperios como si estuviéramos del lado sur del muro divisorio.
A la hora de compromiso quedaba claro que era otro Bravos que había salido a jugar. Más centrado en ir para atrás, en defender, aún y cuando para ello había que dejar de atacar a propósito.
Ricardinho hacía su luchita, como para que no le dijeran que no hizo nada. No servía para maldita la cosa porque lo mandaba cambiar Martín Varini. Pisaba la cancha el otro flamante refuerzo: Rodolfo Pizarro.
Nos restaban 20 minutos por jugar y el menester se había vuelto un soporífero de patente, de los caros aparte. Nadie proponía, nadie ofendía, de vez en cuando se tiraban planchazos sin que al referí lo molestara lo suficiente para sacar un cartón preventivo.
Todos los dormidos se espabilaban al minuto 75. Un balón suelto dentro del área encontraba la pierna derecha de Ronaldo Prieto que remataba de ahora y a quemarropa. Sebastián Jurada con el cuerpo y el cuadro lechero se quedaba con las ganas.
Al 80 abandonaba el terreno de juego Castillo y se apagaba la máquina. Era hora de guardar y que fuera lo que Dios quisiera en la tanda de penales, el partido era de exhibición, a fin de cuentas.
No escribimos nada de los últimos 10 minutos por que no pasó nada. A Bravos no le quedaba más que volver a los ojos a su más grande enemigo: La tanda de penales. Así se iban a buscar la victoria.
Penaltis por puro show
Al grito de “Santos, Santos” daba inicio la tanda de penales de a mentiras.
Anthony Lozano abría tanda con su gol: 1-0. Zaldívar tomaba carrera y empataba el tema. Héctor Holguín tampoco fallaba por los laguneros.
Villalpando hacía su gol y ponía el marcador 2-2. El que seguía era Jordan Carrillo que se paraba con calma para regresar la ventaja a los de Torreón.
El del error era el Puma Rodríguez. Muy telegrafiado, muy flojo el disparo que atajó Acevedo.
Ronaldo Prieto no falló ni tampoco Pizarro. El último tiro decidía todo.
Franco Fagúndez tenía el destino en sus pies. Miró a Jurado, respiró y clavó el esférico. 5-4 se acabó el asunto. Ganaron los Santos.