
Ciudad Juárez.- Los Bravos de Ciudad Juárez salieron con la mano en alto la noche de este miércoles tras vencer a los Santos de la Comarca Lagunera como locales y por marcador de 1-0.
Pasividad
Era fría la noche, la grada pintaba pelona pelona: la atención del respetable público pasaba del albergue migrante al partido en cuestión. Así arrancaban las hostilidades entre los Bravos de Ciudad Juárez y los Santos de la Comarca Lagunera.
Eran dos minutos y el odio torreonero era marcado con marcador de esos indelebles. Todo se abucheaba, todo se pitaba y nada se quería.
El primero en atacar el Luis “Puma” Rodríguez. No se agarró de las manos de nadie y pegó un tiro-centro al que le tuvo que meter la mano Carlos Acevedo. A eso del minuto siete era otra vez mi amigo el Puma, otra vez la banda….Pero una falta al ataque cortaba el avance y se ganaba el chiflido del respetable al señor cantante.
Óscar Estupiñán pegaba de frente y la mandaba a volar. Del otro lado de la cancha Santos se quiso escapar cuando Jesús Murillo metió la pierna y acabó con el peligro.
Al cuarto de hora el duelo era todo fronterizo. El lobo soplaba y soplaba: Jairo Torres, Estupiñán, Guillermo Castillo (Que no se llama así, pero así nos dijo que le dijéramos), todos intentaban, no obstante, todos pegaban el esférico en la defensa santista.
En el medio sector Moisés Mosquera hacía de las suyas para variar, se ganaba su amarilla por avorazado. Le venían ganado la marca en un palmo de terreno que no era el suyo y tenía que cometer falta.
Casi media hora de compromiso y se nos trababa todo como mandíbula de trailero. Los laguneros hacían poco, muy poco. La localía no tenía cinco pa’l peso y no definía. Juárez era paciente….Por no decir pasivo. Esto hasta que se prendían los focos y le remataban un centro a quemarropa a Acevedo. El greñudo tapaba el cañonazo con sabrá Dios que. Quedaba el puro susto y el gol ahogado.
Al 32 Jairo otra vez intentaba desde el tiro libre y otra vez no tenía tino. De recuerdo nada más la mentada de madre que aventaba al aire.
Tres minutitos más tarde a Santos “le terminaban” su primera jugada de gol. Todo esto porque Mosquera y Sebastián Jurado dejaban pasar una bola, el arco se quedaba solo y Anthony Lozano no anotaba sin arquero por pura gracia de Jesús Cristo. Stephano Carrillo hacia el otro intento pero ese si se iba muy desviado.
Nos quedaban cinco por jugar y ya no pasaba nada. Un mísero contragolpe de los muchachos del Tano Ortiz y nada más. No more dicen del otro lado. Así nos íbamos al entretiempo: 0-0.
Frente a su gente (La de Torreón, por supuesto)
Arrancábamos la segunda mitad así como habíamos terminado la primera. Así, despatarrados y sin ganas. A Jairo Torres le daban ganas de pegarle pero la mandaba hacia la pista de atletismo.
Se aburría el respetable y para animar Mosquera hacía otro domingo siete saliendo de propio terreno. Lo que era una pelota sencilla acabó siendo una matatena con casi robo. Chistosa la maniobra del Colombiano.
Al casi 60 acontecía un milagro: entraba Diego Valoyes a la cancha. No le bastaba entrar, tenía que fallar la primera que tocaba.
Justo al 61 Bravos se las ingeniaba para anotar con un cabezazo de Óscar Estupiñán proveniente de un córner. 1-0 ganaba Juárez y esta sucursal de La Laguna explotaba en ira.
Con 20 minutos restantes el asunto empezaba a pintar medianamente tétrico para el cuadro fronterizo. Los de Martín Varini se iban de poquito a poquito hacia atrás y le empezaban a dar espacio a Santos. Sí, defendían….pero no sin pasar penurias.
Después se aguantar entonces querían volver a sorprender al arquero de la Laguna sin éxito alguno. El del interno fuera Jairo Torres.
Al minuto 75 ya empezaba a circular más la número cinco. No lo decimos en el buen sentido de la palabra, más bien porque los fosforescentes se les acababa el gas. Casa vez menos ataque, casa vez más it para atrás.
En ese Inter Javier Güemez hallaba el modo de centrar la pelota a la hoya para que Mosquera hiciera la única cosa que sabe hacer: brinca para arriba (Es capaz de saltar para abajo en un mal día). A todo esto daba el minuto 80, los ex hombres del IMSS se quedaban sin chances.
Ahí íbamos de nuevo….Los caballos perdonaban otra vez. Pasaban la bola rozándole al palo y se perdían el segundo para matar las acciones. Al 85 se retiraba de la cancha Estupiñán ante la ovación del entarimado.
Nos daba el 90 en nada más que en pelotazos de la escudes con aureola. Eso sí, nos íbamos con atajados de Jurado que se ganaba con creces el vitoreo de la afición.
Abraham Quintero dejó correr el agregado y así vestido color crayola roja mando pitar para sellar la victoria de Juárez. 1-0 se acabó el partido.