Bravos no se cansa de fallar y empata ante el León 
Foto: Cortesía

Ciudad Juárez- Los Bravos de Ciudad Juárez partieron puntos ante el los Panzasverdes del León en un empate 1-1 para cerrar el torneo.

Mucho aire…Poco futbol

La tarde era de vientos huracanados y de grados igual de pelonas que un paciente con alopecia. Así arrancaban las hostilidades entre los Panzasverdes del León y los Bravos de Ciudad Juárez.

Era apenas el minuto tres y Manu Castro ya pegaba un riflazo a una bola que quedaba botando en el área. Se empezaba a destrabar el asunto. Esto por lo menos hasta que el aire le dio susto a Sebastián Jurado en un balón hacía atrás que casi acababa en autogol.

Dos minutos más tarde, los de Mauricio Barbieri ya circulaban por las bandas y centraban al corazón del área; para desgracia del respetable, este mismo no era más que un “swing” de ponche para Ángel Zaldívar. Castro la volvía a intentar, pero se la dejaba en las manos a Rodolfo Cota.

A eso del 15, el conjunto guanajuatense se despertaba y pisaba terreno enemigo, esto con un Andrés Guardado que no acaba por embonar y batallaba para seguir el ritmo, por más cortado que fuera.

Diez minutos más tarde, los de las tierras del zapato seguían en lo suyo buscando la pierna de Federico Viñas que no dejaba merodear el área. Lo anterior a expensas de que los caballos soltaran un contragolpe a contracorriente del aire.

Quedaba un cuarto de hora para irnos al descanso, el ritmo de juego era más que bajo y en la cancha del San Benito no pasaba nada de nada. Ralph Orquin hacía su lucha por el costado de la izquierda, pero no encontraba con quien hacer pareja. Del otro lado de la cancha Ángel Mena sufría el mismo problema con la fiera.

A cinco del entretiempo fue Edson Da Silva el que pegó un tiro-centro desde la esquina del área para mandarla a guardar ayudado por las cuestiones climáticas en lo que terminó como un auténtico golazo en un partido recién revivido. 1-0 la localía: Así transcurría lo que nos faltaba de jalón y así nos íbamos al regaderazo, ventaja fronteriza…: con todo y la chiripada.

Sin definición

El FC Juárez era el encargado de arrancar la parte complementaria con un aire que no se iba y que seguía entorpeciendo el accionar futbolístico.

Tres minutos de segunda mitad y Bravos ya se metía en problemas. Dejaba entrar a William Tesillo (Sí, a William Tesillo) que pasaba la de gajos rozando el poste. Acto seguido, a Jurado se le olvidaba la pelota en el despeje, se la robaban y era Francisco Calvo el que tenía que tapar el balonazo con toda la humanidad y la bendición de Dios.

Nos acercábamos a la hora de compromiso y a los de Jorge Bava no les quedaba claro que se estaban jugando el pase al play-in. Peor aún, no quedaba claro que hacían falta seis goles a con media hora por jugar.

Justo al 60 Jurado se revirtió a sus épocas del Veracruz haciendo el oso de la jornada bajo los tres palos para permitir el gol del empate cortesía de Adonis Frías con asistencia del guardameta. 1-1 el luminoso.

Dos minutos más tarde Mosquera se aferraba a salir jugando, perdía la número cinco en la salida y el ex jarocho limpiaba su error con el guantazo salvador.

Faltaban 15 para el pitazo final y el dueño de la bola era Juárez pese a la poca lucidez del último tercio y la poca confianza desde la media distancia. Eso sí, en la media cancha Diego Campillo seguía desparecido.

Minuto 80 y los de las tierras de Juan Gabriel tocaban, tocaban y retocaban, calentaban la bola, pero no disparaban ni aunque su vida dependiera de ello. Avilés Hurtado le daba vueltas al área grande sin pegar el chanclazo.

Al 83 Andrés Guardado abandonó el terreno de juego en el que bien pudo haber sido su último partido como profesional. El entarimado juarense se le puso de pie, le aplaudió y el ni siquiera los volteó a ver.

Acto seguido Hurtado la volvía a errar, prendió de aire el centro, pero no pudo vencer a la manos de Cota, a este último lo atajó el balón, no al revés. Jurado, por su parte, regalaba otras tres paradas más para llevarse el grito de “portero, portero” del respetable.

Con todas las fallas, con todas oportunidades tiradas a la basura y con el desaire del Principito….Así hacía sonar su ocarina Adonai Escobedo para poner fin al compromiso: 1-1 el marcador final.

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