Bravos camina el viacrucis pero pierde ante Rayados
Foto: Cortesía

Monterrey, Nuevo León- Los Bravos de Ciudad Juárez terminaron pasando por un viacrucis cayendo en los últimos minutos por marcador de 3-2 la noche de este miércoles ante los Rayados de Monterrey.

Toma, te regalo un gol

Era templada la noche en la sultana del norte, había una que otra nube asomada en el cielo y el Estadio BBVA estaba lleno como de costumbre. Le dedicaban un muy sentido minuto de aplausos a la memoria de André Marín y de ahí arrancaban las hostilidades entre los Rayados de Monterrey y los Bravos de Ciudad Juárez.

Dos minutos corridos de partido y a Salvador Pérez no le pasaba la poca experiencia como silbante, pintaba de amarillo a Sebastián Vegas por un caballazo contra la humanidad de Diego Valoyes. A eso del cinco Monterrey ya empezaba a pegar latigazos de la mano del Tecatito Corona que acaba reventando la bola contra la defensa fronteriza.

Apenas transitábamos el minuto 10 y Bravos cometía el primer error a la defensiva. Rayados despejaba un balón con rumbo al monte, mismo que Haret Ortega no podía controlar. La número cinco le quedaba a Germán Berterame para definir solo contra Benny Díaz poniendo el primer tanto en el luminoso….1-0 por obra y gracia de un regalo como de navidad.

Ya con 20 minutos jugados los muchachos de Martín Demichelis le cedían la iniciativa a los caballos que no podían hacer nada con la posesión del esférico. Del otro lado de la cancha, Rayados era digno de temerse en el último tercio con Corona y Brandon Vázquez. El segundo gol de la noche no caía nada más por que San Judas Tadeo era piadoso.

Duraba poco el gusto por que el equipo de las tierras de Juan Gabriel agarraba la onda y se avispaba en la línea de fondo. Adelantaban la línea y le complicaban un mundo el avance a los locales.

El primer y único remate con algo que simulaba ser tino del cuadro fosforescente llegaba hasta el minuto 33 con un fierrazo de Jairo Torres que pasaba desviado del arco que defendía Esteban Andrada, con lo poco que tenía Juárez se estaba animando.

Óscar Estupiñán lo intentaba nuevamente ocho minutos más tarde (Eso ya era soberano atrevimiento) y tenía el mismo éxito que Napoleón cuando se fue de viaje a Rusia.

Así nos daba el minuto 45 y nos íbamos al descanso: 1-0 favor la pandilla.

Morir sufriendo

La afición regiomontana no se había terminado de sentar para arrancar la parte complementaria cuando Estupiñán ya se había estrenado como goleador con Bravos. 1-1 en un tiro de esquina y con un cabezazo mocho, despatarrado, estrambótico…..Pero de gol. 90 segundos tardaron en igualar el asunto

A eso del 52 Rayados se quitaba lo aturdido y Corona pegaba una diagonal con más pinta de tiro que otra cosa, acababa todo en contacto con el travesaño y nada más el susto para Benny Díaz.

Dos minutos más tarde la cosa ya era tiro al blanco, disparaban Lucas Ocampos y Sergio Canales. Ninguna mandaba guardar el esférico pero si le bajaban el azúcar a la poca afición visitante.

Por más inverosímil que parezca, Juárez volvía a aprovechar otra desconcentración regia. Robaban un balón para ponerle un centro a Diego Valoyes, este no dudaba y lo ponía en la red de primera intención. El colombiano se iba hasta el banderín de córner y le agradecía a solo el sabe quien mirando al cielo, después de estar un año fuera por lesión, volvía a nacer, volvía a anotar para el 1-2 con la hora de juego encima.

Defendían once agarrados de sus cuatro herraduras, dispuestos sufrir con su ventaja durante los últimos 20 minutos de compromiso. ¿Por qué? Porque Bravos no sabe hacer otra cosa, no sabe vivir de otro modo.

Justo el 70 Guillermo Castillo (Que no se llama así pero así nos dijo que le dijéramos) se tiraba al piso por un calambre. De ahí se cayó otro, y luego otro, y otro…..Esto no le gustó a nadie en el estado de Nuevo León que respondió con un sonoro abucheo. En la banca, Barbieri y el ex seleccionado argentino parecía que entre broma y broma se iban a soltar un par de trancazos.

Nos quedaba cuarto de hora por disputar cuando el veterano Avilés Hurtado dejaba la pierna en una espinilla rayada. Edson Gutiérrez iba al piso y el silbante iba al VAR. Fue y revisó para terminar marcando penal por la colosal imprudencia.

Sergio Canales agarraba la número cinco, volteaba a ver al cancerbero mexicoamericano sin miedo alguno y se fumaba el gol para el empate 2-2 al minuto 78. Nada para nadie, lo que venía era final no apto para hipertensos.

Pasábamos por el 83 y todos se pateaban de los dos lados del campo. El juego se paraba para todo y a Bravos por fin se le ocurría ser canchero tras casi una década de equivocarse en los últimos minutos de partido. Se tiraban y ahí se quedaban.

Segundos después de la última falta, la vida y el futbol le eran injustos, ingratos y desgraciados con los fronterizos. Sergio Canales se metía por quien sabe donde, desparrama a media defensa y hacía el gol del 3-2.

Parecía acabado el asunto, no obstante, el caballo de palo todavía tenía cuerda. Estupiñán iba otra vez arriba, iba otra vez a cabecear, pero se la perdía sacándole pintura al poste.

Al 90 levantaban el letrero y agregaban 10 minutos para alargar la agonía. Lo anterior después de que Germán Berterame le reventara el tobillo a Avilés Hurtado, la entrada la revisaba el VAR y al argentino lo mandaban a bañar con un roja directa. Uno menos para Rayados y todavía le sobraban cinco minutos al cronómetro.

Justo al minuto 100 el cantante, vestido color canario, ponía fin al partido para oficializar una derrota muy sufrida de los Bravos: 3-2.

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