PARÍS (AP) — Como tantos otros niños en Argentina, José Torres solo quería jugar al fútbol hasta que las piruetas de un rider de una bicicleta BMX lo eclipsaron.

La “adrenalina” de ese deporte desconocido para la mayoría de sus compatriotas y considerado un hermano menor del ciclismo, se volvió una adicción que una pelota de fútbol ya no satisfacía y ya no pudo bajarse de las rampas.

A los 29 años, Torres alcanzó la gloria este miércoles como campeón olímpico en la categoría park del BMX freestyle de los Juegos Olímpicos de París, tras completar una sublime primera tanda que alcanzó para resistir lo mejor del campeón mundial británico Kieran Reilly y la estrella francesa Anthony JeanJean.

Fue la primera medalla para su país en esta edición de los Juegos y la segunda para el BMX freestyle latinoamericano tras la plata obtenida por el venezolano Daniel Dhers en Tokio 2021.

“Comencé jugando fútbol como todos los argentinos. De repente en una plaza vi una persona que giró en bicicleta, hizo giro para atrás. Nos causó mucha adrenalina y empezamos a montar bicicleta. Empecé a practicar el deporte y después a competir”, recordó Torres.

En su debut olímpico, el “Maligno” Torres rompió con todos los pronósticos, ya que no asomaba entre los favoritos para el oro e incluso el podio. El rider recibió un puntaje de 94.82 por parte del jurado en su primera salida de la final en el parque urbano de La Concordia, que resultó invencible para sus rivales.

“Buscamos saltar de una rampa a la otra, transferencias. Acá no lo estaban haciendo muchos. Me ayudó a sumar mucho. Traté de buscar la prolijidad, perfección, la limpieza en los trucos. Al final terminé con algún truco medio fuerte, más el uso completo del parque, los jueces lo valoraron y me dieron el mejor puntaje”, describió su rutina.

Superó a Reilly (93.91) y JeanJean ( 93.76), plata y bronce, respectivamente.

En uno de los parques más inmensos que los riders de BMX puedan ver, el argentino dio un golpe de autoridad de entrada con una colosal 720, luego ejecutó otro 720 en la misma carrera y sobrevivió un titubeo al final para adueñarse del liderato. Todo le salió bien: excelentes transiciones y mejores aterrizajes con la bicicleta.

La primera puntuación eclipsó a todos los demás, incluyendo su segunda carrera, que deparó otra excelente anotación que también le hubiera dejado casi cerca del podio.

“Era la pasada planeada que hice con el equipo. Sentí que con esa pasada yo estaba en el podio”, admitió.

Torres nació en Bolivia y creció en la provincia argentina de Córdoba. Le dicen “Maligno” porque “me gusta hacer maldades todo el tiempo”, incluso en la Villa Olímpica. Antes de competir, le sacó el asiento y las ruedas a varias bicicletas disponibles para trasladarse dentro del complejo porque alguien le había puesto candados y no podía utilizarlas.

Fue el primer argentino en colgarse un oro en los X Games en 2023, la competencia más prestigiosa de los deportes extremos. También se proclamó campeón de los Juegos Panamericanos de Santiago 2023.

“Ya tenía una condición más habilidosa que otros chicos y a eso le sumó la disciplina que tiene”, destacó su entrenador desde los 14 años, Maximiliano Benadia.

Torres se entrena en el parque que lleva su nombre, justo detrás del estadio de fútbol Mario Alberto Kempes, campeón del mundo con Argentina en 1978.

La suya es la primera medalla de toda clase para Argentina en los Juegos, un síntoma de las dificultades que enfrenta el deporte argentino por la falta de apoyo en medio de una fuerte crisis económica.

“Lograr una medalla para Argentina en este momento que no estamos (ganando medallas) y venimos con muchos atletas muy buenos, que vienen trabajando increíble. Hoy, los representamos a todos ellos y a toda la gente que se merece esta medalla”, cerró Torres.

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