Ciudad de México.- Para México y su entrenador Javier Aguirre, hay que poner una pausa temporal al periodo de ensayos de cara al Mundial de 2026.

En su tercera etapa al frente de la selección mexicana y luego de cuatro partidos amistosos, Aguirre enfrentará su primer partido oficial el viernes cuando visite a Honduras para el partido de ida por los cuartos de final de la Liga de Naciones de la Concacaf.

El “Vasco” Aguirre regresó al cargo en agosto, como reemplazo de Jaime Lozano y desde entonces tiene un saldo de dos empates y dos victorias, la última el 2-0 ante Estados Unidos jugando como locales el mes pasado en Guadalajara.

Ahora las cosas serán distintas en Honduras, donde además de jugar en patio ajeno, el equipo mexicano deberá sobreponerse a las condiciones climatológicas. Se esperaba que en las próximos horas tocara suelo catracho la tormenta tropical Sara.

“Me ha tocado estar en San Pedro, en Tegucigalpa y no soy de esgrimir argumentos o buscar justificantes”, dijo Aguirre en una rueda de prensa en el hotel de concentración. “Que el campo, que el arbitraje o el clima, si se juega es porque está practicable, no sé si la lluvia dará tregua para el partido de mañana, pero siempre nos ha costado jugar aquí”.

Aunque el funcionamiento no ha sido el óptimo en los primeros cuatro partidos, Aguirre se excusó diciendo que era esperado algo así porque ser un periodo de pruebas de jugadores. Prometió algo mejor para los partidos oficiales.

Ese momento ha llegado y será ante un rival que en el último enfrentamiento estuvo cerca de dejar fuera al Tri en el mismo torneo.

“Vimos escenas del partido de aquí y del Azteca. Las cosas pasaron, pero ahora estamos en una nueva etapa con mucha ilusión de jugar nuestro primer partido oficial”, añadió Aguirre. “Esperemos poder seguir en líneas ascendentes, ojalá que seamos capaces de ello”.

Aguirre ha realizado pocas modificaciones en cuanto a nombres, Jesús Angulo quizá destaca como nuevo lateral izquierdo, además de los regresos de Jesús Gallardo, el portero Guillermo Ochoa y el delantero Raúl Jiménez, relegados por Lozano en la Copa América.

Más allá de los nombres, el partido se presenta como una oportunidad para México de cobrar venganza de la derrota 2-0 que Honduras le propinó en Tegucigalpa el 17 de noviembre del año pasado, también por la Liga de Naciones.

En la vuelta, el equipo mexicano requirió de un agónico gol de Edson Álvarez para definir el encuentro en penales, donde el arquero Luis Malagón tapó un par de remates.

“Muchos de estos jugadores estuvieron hace un año aquí y pasaron un trago amargo, pero espero que mañana estemos a la altura de las circunstancias”, agregó el estratega.

México tendrá una ausencia notoria ante Honduras. El central titular Johan Vázquez se lesionó y se quedó en Italia, donde juega con Genoa. Jesús Orozco (Chivas) podría tomar su sitio. Otra opción es que Álvarez (West Ham) deje su puesto de volante de contención en el mediocampo y juegue como central.

El otro ausente es el volante Roberto Alvarado, quien no es un titular indiscutido.

“Para la ausencia de Johan tengo varias alternativas, la más natural es usar a ´Chiquete´ (Orozco), pero puedo poner a dos centrales de pierna derecha como (Víctor) Guzmán o (Israel) Reyes o usar por dentro a Angulo”, reveló el entrenador. “Para relevar al ´Piojo´ también hay posibilidades, son jugadores importantes, pero estoy tranquilo porque tenemos alternativas”.

Honduras, dirigido por el colombiano Reinaldo Rueda, arribó a esta fase luego de quedar segundo de su grupo en la fase clasificatoria.

Los hondureños procurarán probar que lo ocurrido en su último duelo ante los mexicanos no fue casualidad y tratarán de sorprender.

“Todos los partidos son diferentes, los momentos son diferentes, los grupos son diferentes”, dijo Rueda en rueda de prensa. “Este es un México totalmente diferente en los últimos años ha tenidos tres o cuatro entrenadores cada uno con su sello personal y este nuevo cuerpo técnico ha mostrado otras características”.

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