
Ciudad Juárez.– México cuenta con dos cardenales con derecho a voto en un futuro cónclave, el evento secreto en el que se elige al nuevo papa. Se trata del cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo primado de México, y el cardenal Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara.
Ambos forman parte del Colegio Cardenalicio, el cuerpo eclesiástico encargado de elegir al nuevo Pontífice luego del reciente fallecimiento del papa Francisco. Para participar en esta elección, los cardenales deben tener menos de 80 años al momento del cónclave.
Con la presencia de Carlos Aguiar Retes y Francisco Robles Ortega, México mantiene su representación activa en los procesos clave de la Iglesia católica. Ambos cardenales tienen trayectorias destacadas dentro de la jerarquía eclesiástica nacional e internacional, y su participación en un futuro cónclave representaría una voz importante de América Latina en la elección del próximo pontífice.
Carlos Aguiar Retes, nacido en Tepic en 1950, fue ordenado cardenal por el papa Francisco en 2016. Ha sido una figura central en la Iglesia mexicana, tanto por su liderazgo pastoral como por su cercanía al Vaticano. Actualmente es el arzobispo de la Arquidiócesis de México, una de las más importantes del continente.
Francisco Robles Ortega, originario de Mascota, Jalisco, nació en 1949 y fue elevado al cardenalato por el Papa Benedicto XVI en 2007. Ha sido obispo en varias diócesis del país y actualmente es arzobispo de Guadalajara. Es conocido por su perfil discreto pero firme en temas sociales y eclesiales, y ha sido figura clave en la Conferencia del Episcopado Mexicano.
¿Qué es el cónclave?
El cónclave es el proceso de elección del nuevo papa. Se lleva a cabo en la Capilla Sixtina, en el Vaticano, y está rodeado de estrictas normas de confidencialidad. Durante este evento, los cardenales electores son aislados del mundo exterior hasta llegar a un consenso sobre quién debe ser el próximo líder de la Iglesia católica.
El papa es elegido por mayoría de dos tercios entre los cardenales votantes, y cualquier miembro del Colegio puede ser elegido, aunque históricamente siempre ha sido un cardenal.
La participación de los cardenales mexicanos en este proceso subraya la relevancia del país dentro del panorama católico mundial. Con más de 90 millones de fieles, México es una de las naciones con mayor número de católicos, y su presencia en el cónclave refleja esa importancia.