¿Por qué febrero solo tiene 28 días?
Foto: Redes

Febrero es una de las épocas más especiales y esperadas dentro del calendario, y es que no solo es cuando celebramos el Día del Amor y la Amistad, o San Valentín, sino que también se trata del mes más corto del año con solo 28 días.

El segundo mes del año tan solo tiene 28 días, o 29 en caso de encontrarnos en año bisiesto. Damos por hecho nuestro calendario, aunque seguro que más de una vez te habrás preguntado por qué febrero es el mes más corto de todos.

Por qué febrero tiene solo 28 días

Para conocer esta curiosa historia es necesario remontarnos hasta la Roma del siglo VIII a.C. En aquella época se usaba el calendario Romulus, que tan solo tenía 10 meses, y que comenzaba el 1 de marzo por "martius", en honor a Marte. Este era el dios de la guerra y coincidía con el equinoccio de primavera y finalizaba en diciembre. Por tanto, no había rastro de enero y febrero.

Este método fue aceptado hasta que, en el año 732 a.C., el rey Numa Pompilio se dio cuenta de que el calendario estaba incompleto y esa fue la razón por la que se añadieron dos meses. Desde entonces, tenemos 12.

La curiosidad, sin embargo, llegó con el hecho de que los romanos terminaban el año en febrero y contaba con 355 días. Para que encajase, un mes debía ser par y le tocó a febrero, único del calendario con 28 días, mientras que el resto tenían 29 o 31 días. Esta solución tampoco convenció y se dieron cuenta de que era confuso, por lo que introdujeron un mes bisiesto, borraron los últimos días del mes e iniciaron el nuevo mes el 24 de febrero.

La llegada de Julio César

Todo ello solo hizo que incrementara la incertidumbre y Julio César, con la influencia de los egipcios, rehizo el calendario. Para conseguirlo, pidió ayuda a Sosígenes de Alejandría, un astrónomo y filósofo. Para poder ajustarlo todo, el año 46 a.C. duró 445 días. Una vez hecho, fue cuando agregaron días extra al calendario hasta llegar a los 365 días actuales. Para hacerlo, los meses que antes tenían 29 días, ahora pasaban a 30. Tras estos cambios, febrero no se tuvo en cuenta y se quedó con 28 días.

Este es el conocido calendario juliano, en honor a Julio César. Lo curioso es que no era correcto, o al menos no del todo. Para compensar un pequeño desajuste entre el año trópico y el calendario, se añadió un día cada cuatro años y eso se hizo con febrero.

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