Homeopatía: lo similar cura
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La salud, el bienestar y la buena calidad de vida alienta a los seres humanos a encontrar más de una forma de aliviar las enfermedades y dolencias, por lo que la medicina convencional puede no ser la única opción que contenga la cura de nuestros padecimientos.

Dentro de la medicina alternativa está considerada la homeopatía, un modelo clínico-terapéutico que aplica el principio de que “lo similar cura lo similar”.

De acuerdo con el doctor Alejandro Oropeza Gutiérrez, médico cirujano por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) con especialidad en homeopatía por el Instituto Politécnico Nacional (IPN) en la Ciudad de México, existen dos principios en la medicina: el principio de los contrarios o la alopatía y el de los semejantes o la homeopatía.

Contrarios y semejantes

El doctor explica que la alopatía, conocida como la medicina convencional, trata las enfermedades con antibióticos, antivirales y antihistamínicos que detienen lo negativo en el organismo.

“El problema de esta terapia es que, si bien alivia rápido, no cura. Usted tiene una infección, le dan un antibiótico, mata la bacteria, se alivia, pasan dos semanas y se vuelve a enfermar”, menciona el médico.

Además, “si tiene una alergia le dan un antihistamínico, bajan los niveles de estamina, que es la sustancia mediadora de la alergia, pasa el efecto de la pastilla y la alergia se vuelve a manifestar”, continúa.

Por 31 años Oropeza Gutiérrez ha brindado sus servicios como homeópata a pacientes que han probado con tratamientos “convencionales” sin tener resultados, en su mayoría personas con problemas de alergia.

El especialista menciona que la homeopatía estudia cuáles son los elementos tóxicos de origen animal, vegetal o mineral en el cuerpo humano para proporcionar al paciente pequeñas dosis de sustancias que producen los mismos síntomas que la enfermedad y que estas pequeñas dosis lo curen.

Té de manzanilla para entender la homeopatía

El doctor propone, a modo de ejemplo, la ingesta de un té de manzanilla, conocido por aliviar un dolor de estómago o cólicos menstruales. Explica que esto funciona debido a que la flor de la manzanilla tiene un efecto tóxico, que en grandes cantidades produce dolor, pero que de forma diluida puede aliviar padecimientos como los mencionados.

“Es un principio de la naturaleza, no es algo raro ni extraño”, comenta el homeópata

Un medicamento homeopático se puede preparar desde la sexta dilución, se puede diluir 30 veces o incluso 200. El punto es que se llegan a dosis muy pequeñas que logran que los medicamentos no sean tóxicos para el organismo y alivien.

Advierte que no quiere decir que los medicamentos sustituyen una terapia psicológica, pero sí reavivan el ánimo de los pacientes que padecen debilidad y decaimiento durante una enfermedad, además, también es posible encontrar sustancias que mejoran el estrés, la ansiedad y la depresión.

Mitos y creencias

El doctor menciona que, entre muchas otras creencias, el principal mito de esta especialidad es que proporciona productos que funcionan como placebos, (sustancia que carece de actividad farmacológica, pero puede tener un efecto terapéutico) sin embargo, lo considera falso.

Se cree que los medicamentos producen diabetes en los pacientes porque hay tabletas que requieren de un tipo de azúcar para su efectividad, pero la realidad es que la cantidad que se necesita es el equivalente a una cucharada repartida durante tres semanas, agrega.

Además, recalcó que las personas también relacionan a la homeopatía con la iridología, que consiste en determinar la salud del paciente de acuerdo con los colores, patrones y otras características del iris.

Cada enfermedad es diferente

Oropeza Gutiérrez explica que en la homeopatía no es lo mismo tratar un problema agudo que uno crónico, ya que hay padecimientos que pueden solucionarse en horas, días o semanas, sin embargo, hay pacientes que sufren enfermedades crónicas de las que se pueden controlar primero algunos síntomas y durante meses se sigue un tratamiento para valorar su evolución.

Siendo responsable con su profesión, el doctor menciona que evita atender a personas con cáncer, ya que sencillamente no tiene la experiencia suficiente y asegura que lo mejor para ellos es aprovechar el tiempo con un tratamiento específico antes de que su situación se agrave.

Ambos merecen respeto

Por su parte, el doctor alópata Lorenzo Soberanes, médico cirujano especialista en medicina del trabajo y egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e integrante del Clúster de Salud, ex[1]pone que ambas disciplinas tienen mucho en común, la única diferencia es que la homeopatía utiliza la naturaleza, la fitoterapia y la herbología, aunque muchos medicamentos convencionales también son resultados de estas.

Agrega que se ha demostrado que es fuertemente positiva en cuestiones de ansiedad y estrés, por lo que “es una buena alternativa en este momento de postcovid en donde los trastornos mentales nos han generado grandes afectaciones”.

Menciona que aun cuando la homeopatía brinda un servicio de atención integrada, se instrumenta de manera más sencilla, es económica y menos riesgosa, la medicina convencional le ha ganado lugar por su fuerte comercialización de los medicamentos y su publicidad.

En cuanto a la mala fama que se ha creado de la homeopatía, es decir, que por mucho tiempo se ha relacionado con la charlatanería, Soberanes expone que ese problema existe, pero que también está presente en la medicina alópata, la cirugía estética y en la otorrinolaringología, por ejemplo.

Finalmente, insiste en que “el homeópata merece el respeto que merece el alópata. Los hemos degradado al decir una serie de adjetivos peyorativos que no merecen porque son igual de profesionales que un médico cirujano”.

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