Una hembra de capibara llegó a un zoológico de Florida como parte de un programa de reproducción para aumentar la población de estos grandes roedores sudamericanos.
Iyari, una capibara de 10 meses de edad, llegó al Palm Beach Zoo & Conservation Society en mayo procedente de la San Diego Zoo Wildlife Alliance. Está en un hábitat de especies mixtas con una pareja de tapires de Baird, que viven en hábitats similares en Sudamérica, mientras los trabajadores del zoológico le presentan poco a poco a Zeus, el capibara macho de 2 años de edad del parque.
“Creemos que hay un poco de amor en el aire”, comentó Mike Terrell, conservador general del zoológico de Palm Beach. “Cada vez que se miran de lejos, vemos en sus ojos esa mirada de: ‘Oye, quiero pasar un poco más de tiempo contigo’. Así que ahora mismo todo es muy positivo”.
El traslado de Iyari al sur de Florida comenzó por recomendación de la Asociación de Zoológicos y Acuarios (AZA). La organización gestiona la población total de capibaras y otros animales en cada instalación de la AZA, en el entendimiento de que la genética de los animales podría contribuir a las poblaciones silvestres en el futuro.
La gestación de los capibaras dura unos cinco meses, con una camada promedio de cuatro ejemplares. Los funcionarios del zoológico de Palm Beach no saben cuándo podrán tener crías. Según Terrell, todo dependerá del tiempo que tarden Iyari y Zeus en conocerse.
Los capibaras son la especie de roedor más grande del mundo y parecen conejillos de indias gigantes. Viven en sabanas y bosques densos cerca de cuerpos de agua. Son una especie sociable que suele vivir en grupos de unos 10 ejemplares, aunque a veces pueden llegar a 100.
Son herbívoros y no están en peligro de extinción, pero Terrell señaló que estos “ingenieros del ecosistema” se alimentan de plantas y mantienen limpias las vías fluviales para que otros animales puedan vivir en ellas.
“Son fundamentales para su ecosistema”, afirmó Terrell.
Los visitantes del zoológico de Palm Beach pueden ver a Iyari en la sección Trópicos de América del parque. Este parque de 9 hectáreas (23 acres) situado en West Palm Beach alberga cientos de animales, muchos de ellos en peligro de extinción.