París-. La cámara baja del Parlamento francés aprobó el jueves un proyecto de ley que prohibiría la discriminación por la textura, longitud, color o estilo del cabello de una persona.
Pero la medida todavía tiene un largo camino por recorrer en el Senado, donde podría enfrentar oposición.
Si bien solo 50 de los 577 votantes de la Asamblea Nacional estuvieron presentes para la votación, ellos aprobaron el proyecto en una votación de 44-2, con cuatro abstenciones.
Los partidarios de la medida fuera del Parlamento se alegraron mucho de que la iniciativa llegara al órgano legislativo.
“Ya era hora”, exclamó Estelle Vallois, una consultora de 43 años que se cortaba su rizada melena en un salón de París, donde los peluqueros están capacitados para tratar todo tipo de cabello, algo poco común en Francia. “Vamos aún más lejos, derribando estas barreras de discriminación”.
El proyecto hace eco de una legislación similar aprobada en más de 20 estados en Estados Unidos. La iniciativa francesa la propuso Olivier Serva, un legislador originario de la isla caribeña francesa de Guadalupe. Él dice que si se convierte en ley, Francia se convertiría en el primer país del mundo en reconocer la discriminación basada en el cabello a nivel nacional.
“Este es un gran paso adelante para nuestro país”, dijo Serva después de la votación. “Francia se ha sentido orgullosa”.
El proyecto modificaría las medidas antidiscriminatorias existentes en los códigos laboral y penal para prohibir explícitamente la discriminación contra las personas con cabello rizado y enrollado u otros peinados percibidos como poco profesionales, así como contra las personas calvas. No apunta específicamente a la discriminación racial, aunque esa fue la motivación principal del proyecto de ley.
Los partidos de izquierda y miembros del partido centrista Renacimiento del presidente Emmanuel Macron apoyan la iniciativa, la cual ahora se dirige al Senado dominado por los conservadores, donde probablemente enfrentará la oposición de legisladores de derecha y extrema derecha que lo ven como un esfuerzo por importar desde Estados Unidos conceptos sobre raza y discriminación racial a Francia.