
Ciudad Juárez.– Aunque la mayoría de los científicos han llegado a un concenso sobre 8 horas como tiempo de descanso, lo cierto es que hay otras que pueden lograr una recuperación energética sin problemas con tan solo 4 horas de sueño, una cualidad que podría estar en lo más profundo de los genes de nuestro cuerpo. Al menos así lo ha evidenciado un equipo científico de Estados Unidos y China, quienes han descubierto una nueva variante genética humana asociada al sueño corto natural.
Su descripción se publica en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) y, según los científicos, este hallazgo sirve para avanzar en la comprensión de la regulación del sueño y ofrecer, en un futuro, posibles dianas terapéuticas para mejorarlo.
En este nuevo estudio y mediante la secuenciación del exoma completo –parte del genoma que codifica para proteínas–, el equipo identificó otra mutación, en este caso dentro del gen SIK3.
Los autores generaron ratones portadores de la citada mutación y descubrieron que aquellos roedores mutantes dormían una media de 30 minutos menos cada noche, en comparación con los animales inalterados.
Los resultados sugieren que SIK3 podría desempeñar un papel fundamental en la duración del sueño humano.