En las redes de Only Fans
Foto: Adriana Baca

Ciudad Juárez.- Muy temprano “María José” alista a sus hijos para llevarlos a la escuela, su marido salió primero a la maquila, donde trabaja como ingeniero. Luego de una hora de apuros, ella por fin regresa a casa, le echa un vistazo a su teléfono y revisa su perfil de OnlyFans (OF) para ver si le han comprado algo y responder algunos mensajes.
María José es su seudónimo en la plataforma de contenido para adultos OF, es juarense y protege su identidad en su perfil, en específico, su rostro y nombre. Ella describe la atención a “fans” al ofrecer un poco de su intimidad virtual (imágenes o videos) y “trato de novios” (chat o mensajes) a cambio de una remuneración económica, en la plataforma también recibe algo que denominan “propinas”. “Me decidí a hacer mi Only porque el tema estaba en todas las redes sociales y me llamó la atención, al principio pensé en los riesgos, como el que se supiera mi identidad y que esto afectara mi vida y la de mi familia, eso me aterraba”.

De la moda al erotismo

Creada en el 2016 con sede en Londres, por Timothy Stokely, junto a su padre, un banquero retirado de nombre Guy Stokely, OnlyFans inició como un red para influencers de moda y sus seguidores, los suscriptores pagaban para acceder a sus contenidos. Todo cambió en 2018 con la llegada del Barón del Porno, Leonid Radvinsky , revelaron los periodistas Thomas Brewster y David Dawkins para Forbes.
En 2018 Radvinsky se apoderó del 75 por ciento de la empresa, dejando el resto a los propietarios originales. El éxito previo de este empresario ucraniano-estadunidense fueron las cámaras en vivo, en su plataforma porno “MyFreeCams”.
Pero el Barón tiene un pasado más oscuro, Forbes también asegura que Radvinsky, a través de una de sus primeras empresas, llamada “Cybertania”, creó más de 11 sitios de contraseñas ilegales durante los años noventa. En 2003 y 2004, Microsoft y Amazon demandaron al ucraniano ante un tribunal de Seattle (EU) por aparentes campañas de spam a destinatarios aleatorios ofreciendo dinero gratis del Gobierno o enlaces a sitios web pornográficos. El regreso de Radvinsky fue con OF.
Después está transformación administrativa y el cambio de perfil de los creadores de contenido, en 2020, debido a la pandemia, el boom de OF se dio con el confinamiento.
Actualmente, Forbes estima que la participación de Radvinsky en OF, lo convierte en un nuevo multimillonario, valorado en unos mil 800 millones de dólares.
OF tiene registrados a 3 millones de creadores de contenido que interactúan con 220 millones de “fans” o suscriptores a la fecha. La empresa tiene solamente 200 empleados.

El precio de la fama

OF permite publicar libremente contenidos (sin censura) de varios tipos: influencers, entrenadores fitness, chefs, deportistas, actrices, actores, cantantes, pero predomina el erotismo y lo explícito sexual. Los creadores monetizan su contenido e interactúan con sus seguidores. El sistema tiene dos tipos de miembros: los creadores y los fans (suscriptores). Una cifra importante de creadores pertenece a la industria de la pornografía.
Los creadores reciben el 80 por ciento de las ganancias, lo que genera oportunidades económicas para cualquiera que publique ahí y tenga desde un suscriptor, de acuerdo con la información de la plataforma.
Actores, músicos y modelos como Stephen Voyce, Steflon Don, Bella Thorne, Carmen Electra, Lottie Moss, Belle Delphine, Mia Khalifa, entre otros, tienen presencia en OF. En México Karely Ruiz, Yanet García, Celia Lora, y la chihuahuense, Dulce Soltero, son algunas de las celebridades más populares de la plataforma.
En la lista local también están los juarenses Anna Valentine, IsabellaQ, Pao Guerra, LaSamzySalaz, Juan Carlos Riquelme, Rox Saucedo, Jesús Terrazas, la luchadora Dulce Tormenta, solo por mencionar algunos que promueven sus perfiles en redes sociales.
OF da a conocer constantemente por categorías a sus creadores más famosos, basta entrar a revisar la plataforma.
Pero también personas “comunes”, han hecho a un lado sus rutinas cotidianas para generar contenido para adultos.

Ni famosa, ni modelo

María José no se considera una mujer guapa, ni modelo, ni influencer, aun así, abrió su perfil. Desde el inicio optó por no revelar detalles de su vida personal, aunque para el registro oficial, sí deben aportarse esos datos, en el perfil visible es distinto.
“¡No es fácil, eh!, es un trabajo el cual requiere atención y calidad. Sí se puede vivir de eso, pero no creo que para siempre, pienso que todo lo de las redes es volátil”.
Con el tiempo María José se dio cuenta que al hacer contenido exclusivo y cumplir las peticiones de sus seguidores podría generar más dinero y sus contenidos fueron más explícitos.
“Todo lo que puedas imaginar lo puedes encontrar ahí. Lo que más me llegó a sorprender fueron las peticiones para hacer de todo con los pies, como aplastar un pastel, por ejemplo, tenía muchísimos seguidores”.
En cuanto a los programas de seguridad en línea, OF asegura que mantiene controles fundamentales para proteger a su comunidad, entre estos: se verifica la identidad y es requisito indispensable ser mayor de 18 años. Los creadores deben proporcionar al menos nueve datos que los identifiquen, documentos (incluida la verificación de edad) antes de poder publicar contenido en la plataforma. Además, OF combina la revisión humana con tecnologías de última generación para evitar que aparezca contenido ilegal, esto según sus políticas.
“Hice cuatro intentos para darme de alta y fui rechazada en tres ocasiones, parece como si fuera poco, pero el asunto es el tiempo de espera y que solo llegue un correo con un vil ¡No! es lo que te desanima”, dijo María José, quien pese a esos inconvenientes, sí recomienda a las personas a que se animen a hacer su perfil.
Tras tener más de 5 mil seguidores, María José le confesó a su pareja que tenía un perfil en la plataforma y tras una acalorada discusión, que ocasionó una crisis matrimonial, decidió dejar de ser creadora de contenidos. No sabe aún si lo volvería a hacer. En cuanto al alcance económico, en su mes más alto recibió más de 30 mil pesos, pero parte de esta cantidad la obtuvo también por charlas eróticas fuera de la plataforma con uno de sus suscriptores.
Abrir una cuenta en OF es gratis, incluso hay algunos contenidos libres de costo, pero acceder a los contenidos, en su mayoría, tiene un precio de suscripción mensual que varía desde los 4.99 dólares en adelante, por ejemplo, la mexicana Karely Ruiz cobra 16 dólares de suscripción —lo anuncia en sus redes—, (unos 300 pesos al tipo de cambio a pesos del día).
Además, es obligatorio ser mayor de edad también para acceder al contenido y registrar una tarjeta de crédito o débito.

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Cortesía

‘Tenemos una mala educación sexual’

Para la maestra de Psicoterapia Humanista en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), Gabriela Saucedo, los sitios pornográficos, sexcams y plataformas de contenido como OF, proliferaron gracias a que aprovechan que lo visual es primordial dentro de la sexualidad, ya que, al mirar una imagen o video erótico, hay un estímulo placentero que hace que el cerebro segregue infinidad de sustancias que activan a nuestro organismo, nuestros genitales y nuestras sensaciones.
“Nuestra sexualidad es así, somos sexuados, pero como no tenemos esa libertad y conocimiento sobre nosotros mismos, comenzamos a buscar de una manera distorsionada (el sexo), desde una desinformación y eso es triste”, aseguró la experta.
Agregó que, en México, la educación sexual es mayormente mediante la pornografía, “entonces estamos hablando que esta es información errónea, los tamaños, la durabilidad, la práctica, las posturas, los cuerpos, los fluidos, dista mucho de la realidad. Si una persona se educa a partir de esto, pues tiene muchos huecos, está más desinformado que informado”.
Saucedo considera que las personas están perdiendo la capacidad de interacción. En el caso de las redes sociales, las aplicaciones o plataformas de contenido sexual, gran parte de las interacciones son falsas y condicionadas por el factor monetario, por lo que solo incrementa el vacío, la soledad y la poca capacidad de tener relaciones sustanciosas.

‘Siempre me ha gustado el porno’

“Ernesto”, electricista en la ciudad de El Paso, Texas, compartió que luego de tener una “buena racha económica”, empezó a visitar páginas de contenido sexual, tiene cuenta como suscriptor de algunas personalidades en OF.
“Siempre me ha gustado el porno y cuando comencé a interactuar con modelos en ‘Chaturbate’ desde mi casa, me gustó, ahí das propinas para ‘ver más’ e incluso puedes tener sesiones en privado”, dijo Ernesto, quien en ocasiones también ha comprado lencería usada de modelos.
En OF Ernesto es “fan” de varias creadoras, el promedio de seguimiento que les da es de uno a tres meses, “igual puedo pagar 15 dólares de suscripción, pero también puedo pedirles que me haga un video personalizado que me puede costar 50 dólares o más”.
El suscriptor comentó que, pese a tener “trato de novios” con algunas creadoras, no pasa a más ni ha tenido problemas. No solo usa OF, también otras apps y plataformas virtuales en las que “liga” para conseguir algo real.
“Supongo que lo más que he gastado en un mes son unos 450 dólares”, pero agregó que “a cambio de servicios sexuales, no solo virtuales”.

Del consumo a la adicción

La psicoterapeuta explicó que cuando recibimos una reacción en una red social, nuestro cerebro segrega serotonina, que es la hormona del bienestar y el placer, lo que se hace adictivo. Pero si además se recibe un beneficio económico por la apariencia, posturas, etc., puede generarse una dependencia o adicción también a subir contenido.
“Este tipo de situaciones se tratan en terapia como una adicción a las drogas, porque es igual de adictivo y peligroso”, dijo Saucedo.
Al inicio de este año, OF se convirtió en un “gasto hormiga” en el país, de acuerdo con un estudio realizado por la firma Albo (especialista en finanzas y tecnología). La empresa dio a conocer que los mexicanos gastan en promedio 31.8 pesos para acceder a contenidos de esta plataforma.
Finalmente, la especialista comentó que en materia de sexualidad es muy importante educarnos, conocer cómo funciona nuestro cuerpo para tomar decisiones acertadas. Aseguró que estas páginas y redes sociales con contenido sexual tienen una línea muy delgada en función de la privacidad, puede ser atractivo, pero también ser peligroso al momento de que ocurra un acoso o que alguien abuse de esa apertura que se le da a la intimidad.

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