
Ciudad Juárez.– Mantener una piel firme y sana está relacionado con muchos factores, pero hay una proteína que influye de manera predominante con este anhelo, el colágeno. Este es como “el pegamento” de nuestras células y tejidos, por ello se encuentra en muchos organismos. Se encarga de unir los tejidos conectivos (músculos, ten dones, ligamentos, piel, huesos, cartílagos, tejido hematológico y adiposo y órganos). De esta manera, actúa como un elemento que per mite mantener unido el conjunto de un cuerpo.
¿Cómo funciona?
El colágeno es una proteína cuya función es mantener unidas las diferentes estructuras del organismo y es producida por unas células llamadas fibroblastos. Su función consiste en la formación de las fibras a partir de las que se crean las estructuras del organismo; por lo tanto, es el responsable del grado de firmeza y elasticidad de es tas estructuras y tiene un papel esencial en su hidratación.
Estas fibras del colágeno se mezclan con varios minerales y sustancias corporales. Por ejemplo, en el caso de los huesos, la combinación del colágeno con cristales de calcio permite la formación de una composición dura y rígida; en la piel, se mezcla con la elastina y la combinación resultan te tiene forma de red; en el caso de los cartílagos, se une también con elastina y con otro tipo de sustancias y forma un gel que absorbe los impactos producidos por los movimientos de las articulaciones. Esto ocurre con todas las estructuras y tejidos del cuerpo.

Envejecer y la flacidez
A medida que pasan los años y el cuerpo envejece, la producción de colágeno se va reduciendo gradualmente. Entre los 25 y 30 años, nuestras células comienzan a disminuir la síntesis de colágeno y vamos perdiendo alrededor del 1 por ciento cada año; aunque también se produce una disminución cuando realizamos ejercicios intensos o actividades que lo des gasten en exceso, o incluso cuando hay sobrepeso.
Para tener una estimación más precisa, se cree que a los 40 años el organismo produce la mitad de colágeno que en la adolescencia. Esta reducción provoca, entre otras cosas, la pérdida de elasticidad y flexibilidad de la piel, dolores en las articulaciones y músculos, osteoporosis, deterioro en la vista, deficiencias circulatorias, molestias en dientes y encías, etcétera; es decir, el deterioro propio de la vejez. Y sí, todo eso es por escasez de colágeno.
Tipos de colágeno y función
Existe una amplia variedad de colágeno, como explicamos antes, cada uno con su función en una parte del cuerpo. Hay más de 28 tipos y dependen, entre otros factores, del tejido en el que actúe y de las sustancias con las que se combine. Los principales tipos son:
- Tipo I: Se encuentra sobre todo en los huesos, la córnea, la dermis y los tendones y se presenta en forma de fibra con estrías que se agrupan y forman cadenas para dotar a los tejidos del organismo de elasticidad y resistencia.
- Tipo II: Presente en los cartílagos, en algunas estructuras de los embriones y en el humor vítreo del ojo. Otorga resistencia a estos tejidos ante presiones intermitentes.
- Tipo III: Está en los tejidos de los músculos, las venas y la piel. Actúa como sostén de los órganos que tienen la capacidad de expandirse y contraerse.
- Tipo IV: Se encuentra principal mente en la piel. Su función es la de darle sostén y la capacidad de filtrar sustancias diferentes.
- Tipo V: Presente principalmente en los órganos y en los tejidos situados en el interior del cuerpo. Su función se asocia con la del tipo I, es decir, otorga resistencia a los tejidos.
Alimentos y pastillas
El colágeno se puede encontrar en los pescados azules, en gelatinas, y en partes que no se suelen consumir como la piel y las espinas de los pescados o los cartílagos de la carne. Por eso son tan habituales los suplementos de colágeno en pastillas o cápsulas.
Pero ¿cómo asegurar un aporte adecuado de colágeno? En vez de to mar suplementos, lo mejor es comer aquellos alimentos que contribuyan a sintetizar los aminoácidos que componen el colágeno, que son sobre todo tres: prolina, glicina y lisina. Los dos primeros los fabrica el cuerpo por sí solo, mientras que el tercero se encuentra en diversos alimentos: carne, pescado, huevos, leche, legumbres… Además, puesto que la vitamina C es necesaria para la síntesis de colágeno, no está de más asegurar un buen consumo de alimentos ricos en ella.
Cada uno en su lugar
Para la piel, tiene una importancia decisiva en propiedades como la firmeza y flexibilidad. El aspecto de la piel, las uñas o el cabello dependen considerablemente de esta proteína. Aunque la producción de colágeno se reduce irremediablemente con la edad, existe una serie de remedios que ayudan, en cierto grado, a restaurar los niveles de esta sustancia en el cuerpo, como el colágeno hidrolizado (es decir, que ha pasado por un proceso de hidrólisis, que es la ruptura de ciertas moléculas para que el colágeno pueda ser absorbido por el organismo). Este producto suele estar como colágeno en polvo, aunque también existen las pastillas de colágeno.
En ocasiones, a la hora de tomar colágeno también se hacen distinciones entre la proteína procedente de animales y la que procede de los peces, que se conoce como colágeno marino.
Para músculos y articulaciones, uno de los productos más destaca dos es el colágeno con magnesio, que contribuye al correcto funcionamiento de músculos y ligamentos. Esto se debe a que el magnesio es un mineral que interviene en el proceso de formación de las proteínas, por lo que favorece el efecto del colágeno.
La combinación de colágeno y ácido hialurónico también tiene efectos positivos sobre músculos y articulaciones. El ácido hialurónico se encuentra en los huesos y la piel, actuando como lubricante para cartílagos y ligamentos, lo que aporta importantes beneficios:
• Al actuar como lubricante para cartílagos y ligamentos, genera un efecto protector ante determinadas fuerzas mecánicas.
• Ayuda a recuperar la elasticidad, disminuyendo el dolor y mejorando la movilidad de las articulaciones.
• Ayuda a prevenir lesiones deportivas, como distensiones y tendinitis.
Por todo lo anterior es importante incluir al colágeno en tu lista top de proteínas amigables, ya que su riqueza evita muchos problemas de salud y ayuda a lucir más joven.