
Ciudad Juárez.– La cocina es uno de los espacios más utilizados del hogar, y también uno de los que más rápido acumulan grasa. Con el tiempo, las parrillas y estufas tienden a ensuciarse con residuos de alimentos, aceites y vapores que forman una capa difícil de remover. Pero ¿cómo limpiarlas eficazmente sin dañar su acabado?
1. Agua caliente y jabón neutro: la primera línea de defensa
Aunque suene simple, un lavado inicial con agua caliente y jabón para platos puede aflojar gran parte de la grasa superficial. Usa una esponja suave o de microfibra para evitar rayones, sobre todo si tu estufa es de acero inoxidable, vidrio templado o esmalte.
2. Bicarbonato y vinagre: el dúo natural infalible
Una pasta con bicarbonato de sodio y unas gotas de agua es ideal para limpiar parrillas sin químicos agresivos. Aplícala sobre las partes grasosas, deja actuar por 15 minutos y luego rocía vinagre blanco. Verás cómo la efervescencia ayuda a desprender la suciedad incrustada. Frota con un cepillo de cerdas suaves y enjuaga con agua caliente.
3. Productos especializados: eficacia sin abrasión
Existen limpiadores desengrasantes diseñados especialmente para cocinas, como los a base de cítricos o enzimas. Marcas como CIF, Mr. Músculo o Fabuloso ofrecen versiones que eliminan la grasa sin dañar el brillo de las superficies. Asegúrate de leer la etiqueta y elegir productos que indiquen "no abrasivos" o "seguros para acero inoxidable".
4. Cepillos de cerdas suaves o de nailon
Para frotar sin rayar, evita usar fibras metálicas o esponjas verdes comunes. En su lugar, opta por cepillos de cocina, esponjas de melamina (tipo borrador mágico) o paños de microfibra que remueven residuos sin dañar el esmalte ni los acabados brillantes.
5. Prevención: la mejor estrategia a largo plazo
Limpiar inmediatamente después de cocinar evita que la grasa se seque y se vuelva difícil de quitar. También puedes cubrir la base de la estufa con papel aluminio o protectores reutilizables, fáciles de lavar o reemplazar.
Con una rutina de limpieza constante y los productos adecuados, mantener tu estufa y parrillas como nuevas es totalmente posible. La clave está en ser cuidadoso con los materiales y evitar químicos o utensilios que puedan rayar o corroer. Tu cocina no solo lucirá mejor, sino que también será un espacio más higiénico para preparar tus alimentos.