
Ciudad Juárez.– Con la llegada del verano y temperaturas que en muchas regiones superan los 40°C, las plantas —al igual que las personas— sufren los efectos del calor extremo. Aunque el sol es vital para la fotosíntesis, la exposición prolongada e intensa puede provocar daños severos en muchas especies vegetales, desde quemaduras en las hojas hasta la deshidratación total.
"Cuando el calor es excesivo, las plantas entran en un estado de estrés. Pierden agua más rápido de lo que pueden absorberla, y eso puede afectar gravemente su desarrollo o incluso matarlas", explica Ana Rodríguez, ingeniera agrónoma especializada en horticultura urbana.
Este fenómeno, conocido como estrés térmico, puede manifestarse en hojas marchitas, bordes quemados o pérdida de color. Las plantas en maceta, los cultivos urbanos o las especies de sombra son especialmente vulnerables.
¿Cómo protegerlas?
Existen varios métodos sencillos y efectivos para proteger las plantas durante las olas de calor:
1. Sombrar durante las horas más intensas
Colocar una malla de sombra o una tela ligera sobre las plantas puede reducir hasta un 30 por ciento la radiación solar directa. También se puede usar una sombrilla de jardín o mover las macetas a zonas más frescas, como balcones cubiertos o debajo de árboles.
2. Riego estratégico
No se trata de regar más, sino de regar mejor. Se recomienda hacerlo temprano en la mañana o al anochecer, cuando la evaporación es menor. Un riego profundo ayuda a que las raíces crezcan más y encuentren humedad en capas más profundas del suelo.
3. Mulching o acolchado
Cubrir la base de las plantas con paja, corteza de árbol o compost reduce la evaporación del agua y mantiene las raíces frescas. Es una técnica sencilla y ecológica que también mejora la calidad del suelo.
4. Evitar fertilizantes durante el calor extremo
Los fertilizantes pueden forzar a las plantas a crecer cuando están en un momento crítico por el calor. Es mejor esperar a que pasen las temperaturas extremas antes de aplicar cualquier tipo de abono.
5. Podas ligeras
Reducir el volumen de hojas permite que la planta requiera menos agua. Sin embargo, no deben realizarse podas drásticas durante el verano, ya que las heridas también pueden secarse o infectarse con facilidad.
Los cultivos de tomate, por ejemplo, pueden beneficiarse enormemente de una ligera sombra durante el mediodía, lo que reduce el riesgo de quemaduras en los frutos. Las suculentas, aunque son resistentes, también pueden sufrir daños si están expuestas todo el día al sol directo sobre superficies como terrazas de cemento que acumulan calor.
En cuanto a plantas de interior, lo ideal es alejarlas de las ventanas donde el sol entra con fuerza, y mantener una buena ventilación para evitar que el aire se vuelva seco y abrasador.