Ciudad Juárez.– Con la llegada de los meses más calurosos del año, autoridades y expertos en seguridad hacen un llamado urgente a la ciudadanía: no dejar productos en aerosol dentro del automóvil. Aunque parezca una advertencia menor, esta práctica puede convertirse en un verdadero riesgo de explosión e incendio.
Desodorantes, sprays para el cabello, ambientadores y otros productos en aerosol están presentes en la mayoría de los hogares y también suelen viajar con nosotros en la guantera o la mochila. Sin embargo, estos envases metálicos están presurizados y diseñados para operar en temperaturas moderadas.
Según las etiquetas de la mayoría de estos productos, no deben ser expuestos a temperaturas superiores a los 50°C. El problema es que, en el interior de un vehículo cerrado bajo el sol, la temperatura puede superar fácilmente los 60°C en menos de una hora.
“El calor extremo puede provocar una acumulación de presión dentro del envase, lo que puede causar que el aerosol explote, con consecuencias graves como daños materiales e incluso lesiones a personas”, explica Carolina Pérez, ingeniera química y especialista en seguridad de productos domésticos.
Casos documentados
En redes sociales y medios de comunicación abundan los testimonios de personas que han sufrido explosiones de aerosoles en sus autos. Ventanas estalladas, tableros derretidos o incendios en asientos son algunas de las consecuencias más reportadas. Aunque estos incidentes no son comunes, cuando ocurren pueden tener consecuencias severas.
Recomendaciones para evitar accidentes
Las autoridades recomiendan seguir estas medidas de precaución:
- No dejar aerosoles en el vehículo, especialmente si estará expuesto al sol por largo tiempo.
- Revisar las etiquetas de los productos en aerosol y seguir las instrucciones del fabricante.
- Almacenar estos productos en lugares frescos y ventilados, lejos de fuentes de calor.
- Evitar fumar dentro del auto si hay aerosoles presentes, ya que los gases pueden ser inflamables.
Aunque guardar un desodorante en el auto pueda parecer inofensivo, las altas temperaturas del verano lo convierten en un potencial peligro. Un simple gesto de precaución —como llevar el aerosol en la mochila o dejarlo en casa— puede prevenir accidentes graves.
“Es importante tratar estos productos con el respeto que merecen. Están diseñados para ser seguros, pero sólo si se usan y almacenan correctamente”, concluye Pérez.
