Elegir plantas para el clima desértico de la región es la mejor forma de renovar o crear un jardín ideal para el hogar. Revista Net toma la información de expertos para contemplar ciertas plantas, arbustos y árboles para crear un lugar verde perfecto.
Es importante visualizar qué tipo de jardín se desea y saber qué plantas sumar.
Diseño y plano
El concepto de jardín va de la mano de la vegetación, pero también del espacio, así que pequeño, mediano o grande, hay que definir el lugar que será para las plantas y lo que será para los caminos, fuentes, sillas, mesas u otros espacios de relajación. No basta poner solo césped natural o artificial.
En función del espacio verde mayor o menor será el volumen de las plantas. En la elección, los viveros recomiendan elegir las variedades adecuadas, tomar en cuenta la dirección del sol y de sombra y el tipo de suelo. Se trata de que las plantas crezcan sanas con el menor esfuerzo posible. Pueden estar plantadas en tierra, en el suelo directamente o en macetas decorativas o jardineras, según zonas del espacio que esté disponible.
Sistema de riego
Para que un jardín se mantenga verde, el riego es un elemento vital. Puedes instalar un sistema de riego automático y programarlo o hacerlo con manguera. En cualquier caso, contar con una toma de agua es indispensable, pero como recomendación, cuenta con mínimo dos tomas. También puedes reciclar el agua de lluvia con depósitos pequeños en lugares estratégicos.
Algunas plantas ideales
Las siguientes son las plantas, arbustos y árboles más recomendados para nuestra región, así como sus cuidados necesarios para contemplarlos en un jardín.
Rocío: La aptenia cordifolia, también conocida como rocío, es una planta suculenta ideal para sustituir el césped en tu jardín. Su origen es africano y su adaptación a zonas secas es muy buena porque aguanta la sequía. Es de tipo ornamental, es una especie rastrera de crecimiento rápido que permite tapizar toda una superficie, paredes o suelo. Sus flores magentas dan un toque increíble a cualquier lugar.
Cenizo: Es un arbusto de hojas color verde grisáceas con formas ovaladas y alargadas. Sus flores son de color morado con forma de campana, el color de esas flores y su aroma son muy agradables. Son originarios del sur de Estados Unidos y Norte de México, por lo que esta tierra es su zona original. Requieren poca agua y pueden vivir en cualquier superficie.
Rosa laurel: Son arbustos o árboles de gran belleza y poco mantenimiento, originariamente son plantas nativas de la cuenca del mar Mediterráneo, hasta China y Vietnam. En Estados Unidos se ha introducido como cultivo ornamental, cuando se plantó en grandes cantidades en Texas. En nuestro país, en el norte, es parte de los parques públicos y muchos jardines lo incluyen por su forraje y belleza.
Bugambilia (o buganvilia): Es un arbusto trepador originario de Brasil, de ahí que les guste el sol de nuestra región. Es de rápido crecimiento, son perfectas para tapizar fachadas y durante los meses de primavera y verano ofrecen la mejor de sus versiones: una frondosa y llamativa floración que, aún sin ser aromática, cautiva por su exuberante belleza. Durante el invierno si no son cubiertas se pueden helar, pero luego vuelven a florecer. Tiene espinas muy rudas, por lo cual son ideales para las bardas.
Cerezo: Es un árbol de origen japonés que llena sus ramas de flores blancas y rosas entre finales de marzo y comienzos de abril. Hay cerezo mexicano recomendable para esta región. Las pocas necesidades de mantenimiento del cerezo lo convierten en el árbol perfecto para diferentes jardines. Embellece cualquier lugar con su espectacular porte y hará las delicias de nuestros ojos. Pero si queremos jugar todavía más con su belleza, nada como optar por una plantación en alineación.
Durazno: Originario de China, es un árbol de forma arbustiva, copa amplia, crece de los cuatro a los seis metros de altura. El tronco es delgado, las hojas verde oscuro son alargadas, más anchas en medio y ligeramente dobladas. Las flores rosas claras crecen en tallos cortos en brotes laterales de 2 o 3, aunque también pueden crecer solas, son su más bello atractivo, además del delicioso fruto. Fáciles de acomodar como protagonistas de un jardín.
Nopal: Tunas y flores rojas o amarillas son lo que adornan las pencas de un nopal, una cactácea hermosa, originaria del país, que puede dar el toque más elegante a cualquier jardín casero o público. Necesitan poca agua. Este vegetal habría sido domesticado hace 9 mil años y, junto con el maguey, el maíz y el frijol, fue el alimento principal de los grupos chichimecas. Ellos lo llamaron nohpalli, voz náhuatl que se transformó en nopal a la llegada de los españoles.
Mezquites: Se trata de un arbusto o árbol caducifolio (renueva sus hojas cada año) de pequeño tamaño, con copa abierta y extendida con ramas bajas y retorcidas. Es originario de nuestra región y el sur de Estados Unidos. Su hábitat natural son las zonas desérticas, así que la naturaleza ofrece todo: da buena sombra y se adapta a espacios chicos y grandes. Sus flores naranjas son de especial belleza.
Palo verde: Es un pequeño árbol espinoso también originario de la región. Alcanza hasta los 10 metros de altura con tronco en principio verde. Las hojas son abundantes y delgadas. Sus flores amarillas y su gran follaje ofrece sombra y gran estética para cualquier jardín.
Huizache: Es uno de los arbustos o pequeños árboles más importantes de la región desértica. Se cultiva como ornamental y se utiliza mucho su leña. Además de una gran presencia y colorido por sus hojas verdes y flores amarillas, es medicinal y se usa para curtir. Es la fuente de un aceite usado en la perfumería.
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