Cada 23 de abril, el mundo celebra el Día Mundial del Libro y de los Derechos de Autor, una ocasión especial para rendir homenaje a la literatura, fomentar la lectura y reflexionar sobre la importancia de proteger la propiedad intelectual de los creadores.
Esta fecha fue elegida por la Unesco en 1995 para honrar a grandes escritores de la historia, como William Shakespeare, Miguel de Cervantes y Garcilaso de la Vega, quienes fallecieron en un mismo día, aunque no en el mismo año. También, se considera el nacimiento o la muerte de otros destacados autores, como Maurice Druon, Haldor K.Laxness, Vladimir Nabokov y Josep Pla.
El Día Mundial del Libro no solo celebra la riqueza cultural que los libros aportan a nuestras vidas, sino que también destaca la importancia de los derechos de autor. Estos derechos garantizan que los creadores puedan beneficiarse de su trabajo y recibir el reconocimiento y la compensación adecuados por sus contribuciones a la sociedad.
En un mundo cada vez más digitalizado, la protección de los derechos de autor se vuelve aún más relevante. Los avances tecnológicos han facilitado el acceso a la información y a la cultura, pero también han planteado desafíos en términos de piratería y violación de derechos de autor. Es fundamental encontrar un equilibrio entre el acceso abierto al conocimiento y la protección de la propiedad intelectual.
Este día nos invita a reflexionar sobre el poder transformador de la lectura, así como a apoyar a los autores y creadores al respetar y valorar sus derechos de autor. Al celebrar el Día Mundial del Libro y de los Derechos de Autor, reafirmamos nuestro compromiso con la promoción de la cultura, el conocimiento y la creatividad en todo el mundo.