Ciudad Juárez.– Tener una sonrisa blanca y perfecta se ha convertido en una prioridad estética para muchas personas, especialmente con la influencia de las redes sociales y celebridades que exhiben dentaduras impecables. En este contexto, las carillas dentales, unas delgadas láminas de porcelana o resina que se adhieren a la parte frontal de los dientes, se han popularizado como una solución rápida para ocultar imperfecciones. Sin embargo, detrás de su apariencia atractiva, existen riesgos y desventajas que todo paciente debería conocer antes de someterse al procedimiento.
Una de las principales advertencias que hacen los especialistas es que el procedimiento no es reversible. Para colocar las carillas, generalmente se requiere un desgaste del esmalte dental (a veces mínimo, aunque depende del tipo de carilla y la situación del paciente), lo que significa que la estructura original del diente se altera permanentemente. Si el paciente cambia de opinión o si la carilla se daña, no es posible regresar al estado natural del diente.
También, el desgaste del esmalte puede generar una mayor sensibilidad dental al frío, calor o alimentos dulces. Además, una colocación inadecuada puede provocar problemas en la mordida, inflamación de las encías o incluso caries si no se mantiene una buena higiene bucal.
Según la doctora Ana Lucía Torres, odontóloga especialista en estética dental, "muchos pacientes llegan con molestias tras haberse puesto carillas en clínicas sin la debida supervisión profesional".
Costo elevado y mantenimiento continuo
El precio de las carillas puede ser elevado, y si bien pueden durar entre 10 y 15 años, eventualmente requerirán reemplazo. Además, no son inmunes a manchas o fracturas. Las carillas de resina, aunque más económicas, tienen una durabilidad menor y requieren mantenimiento frecuente.
A pesar de las promesas de una sonrisa de revista, algunos pacientes terminan con dientes que se ven artificiales. Esto puede ocurrir cuando el diseño no está bien adaptado al rostro del paciente o cuando se opta por un color demasiado blanco. La personalización es clave, pero no siempre se realiza con el cuidado necesario.
El auge de tratamientos exprés
El acceso a tratamientos de bajo costo en clínicas no certificadas, tanto dentro como fuera del país, ha aumentado los riesgos. Muchos usuarios recurren al llamado "turismo dental" en busca de precios bajos, pero en ocasiones regresan con carillas mal colocadas, infecciones o daños irreversibles.
Si bien las carillas dentales pueden ser una solución estética efectiva, no están exentas de riesgos. Antes de optar por este procedimiento, los especialistas recomiendan consultar con un odontólogo certificado, analizar alternativas menos invasivas y entender completamente las implicaciones a largo plazo.
La búsqueda de una sonrisa perfecta no debería comprometer la salud bucal.
