700 años después descubren dónde se originó la peste negra
Foto: Redes

La peste negra es una de las pandemias más mortales que ha vivido el mundo occidental, tanto ha sido su impacto que a pesar de que han transcurrido 700 años de aquellos sucesos en el continente europeo, aún hoy sigue dando de qué hablar. Esta vez, después de todo este largo periodo, científicos han logrado descubrir en origen de la enfermedad y la pueden situar en un mapa.

El equipo científico conformado por investigadores de nivel internacional cree haber encontrado esa "zona cero" de la muerte negra en el lago Issyk-Kul, en el actual Kirguistán, corazón del continente asiático.

Para llegar a esta conclusión se analizaron los dientes de los esqueletos de siete individuos enterrados en 1339 en los cementerios de la región de Tian Shan, cuyas tumbas incluían inscripciones de "pestilencia" en idioma siríaco, para descubrir que, en efecto, las lápidas no mentían. Los restos de tres de ellos contenían ADN de la mortífera bacteria de la peste, Yersinia pestis.

"Finalmente pudimos demostrar que la epidemia mencionada en las lápidas fue causada por la peste", afirma Philip Slavin, historiador de la Universidad de Stirling, Reino Unido, y uno de los autores principales del estudio publicado este miércoles en la prestigiosa revista Nature. El trabajo es fruto de una minuciosa investigación que reúne la paleogenética, la historia y la arqueología.

La peste no es una enfermedad de los humanos. La bacteria sobrevive en poblaciones de roedores, en los llamados reservorios de plagas. Según explica Slavin a este periódico, la cepa que provocó la epidemia alrededor del lago Issyk Kul probablemente se originó "en un reservorio de plaga de marmotas" en las montañas de Tian Shan.

El investigador cree que las comunidades cercanas se expusieron a las marmotas infectadas y, en algún momento, la plaga pasó de los animales a los humanos. De ahí la enfermedad viajó a Europa, pero esta vez no a través de las marmotas, sino de roedores como la rata.

La rápida expansión, según este quipo de investigación, se pudo haber dado gracias al comercio que existía entre los dos continentes: europeo y asiático. Más específicamente en la ruta de la seda, lo que habría provocado que la enfermedad se disipara por todo el continente durante el siglo XIV.

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