Una mujer mayor subió a la pirámide de Kukulkán en Chichén Itzá pese a las prohibiciones, y estando en la cima, se puso a bailar.

La situación generó la ira de quienes estaban en la zona arqueológica, incluso la agredieron físicamente, pero logró salir de entre la multitud.

Se espera que el INAH proceda legalmente contra la mujer que subió a la pirámide, como ocurrió el año pasado con otra mujer que desobedeció las reglas.