Deir Al Balah.- Israel bombardeó el martes diversas partes de la Franja de Gaza, y dijo que estaba atacando docenas de objetivos de Hamás, en su asalto más intenso contra el territorio palestino desde que entró en vigor un alto el fuego en enero. Funcionarios palestinos reportaron que al menos 200 personas murieron por los ataques israelíes.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que había ordenado los ataques debido a la falta de progreso en las conversaciones para extender el alto el fuego. Funcionarios dijeron que la operación era indefinida y que previsiblemente se expandirá .

“Israel actuará, a partir de ahora, contra Hamás con una fuerza militar creciente”, afirmó la oficina de Netanyahu.

El ataque sorpresa rompió un periodo de relativa calma y aumentó la posibilidad de un retorno completo a los combates en una guerra en la que han muerto más de 48 mil palestinos y que ha causado una destrucción generalizada en Gaza. También planteó preguntas sobre el destino de una veintena de israelíes retenidos por Hamás que se cree que aún están vivos.

En un comunicado, Hamás condenó lo que llamó la “escalada no provocada” de Israel y dijo que había puesto en peligro el destino de los cautivos.

En la ciudad sureña de Jan Yunis, reporteros de la agencia AP vieron explosiones y columnas de humo. Las ambulancias llevaron a personas heridas al Hospital Nasser, donde había pacientes tirados en el piso, algunos de ellos gritando. Un niño pequeño estaba sentado con un vendaje alrededor de la cabeza mientras un trabajador de salud revisaba si tenía más lesiones; una niña lloraba mientras le vendaban el brazo ensangrentado.

Muchos palestinos dijeron que era previsible que se reanudara la guerra cuando las conversaciones sobre la segunda fase del alto el fuego no comenzaron como estaba programado a principios de febrero. Israel bloqueó la entrada de alimentos, combustible y otra ayuda humanitaria para los 2 millones de habitantes del territorio palestino para intentar presionar a Hamás a aceptarla.

“Nadie quiere pelear”, dijo el residente palestino Nidal Alzaanin a la AP por teléfono desde Ciudad de Gaza. “Todos todavía están sufriendo por los meses anteriores”.

Estados Unidos respalda a Israel y culpa a Hamás

La Casa Blanca intentó culpar a Hamás por la reanudación de los ataques de Israel. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Brian Hughes, dijo que la milicia palestina “podría haber liberado a los cautivos para extender el alto el fuego, pero en su lugar eligió la negativa y la guerra”.

Un funcionario israelí, que habló bajo condición de anonimato para poder discutir la ofensiva en curso, dijo que Israel estaba atacando a los líderes, la infraestructura y las fuerzas militares de Hamás, y que planeaba expandir la operación más allá de los bombardeos.

El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, dijo que “las puertas del infierno se abrirán en Gaza” si no se libera a los cautivos. “No dejaremos de luchar hasta que todos nuestros rehenes estén en casa y hayamos logrado todos los objetivos de la guerra”, afirmó .

Se podían escuchar explosiones en varios lugares de Gaza.

Khalil Degran , un portavoz del Ministerio de Salud afincado en el Hospital de los Mártires de Al-Aqsa, en el centro de Gaza, dijo que al menos 200 personas habían muerto por los ataques de Israel. La agencia de defensa civil del territorio palestino dijo que sus equipos estaban teniendo dificultades para realizar rescates porque varias áreas estaban siendo atacadas simultáneamente .

Las conversaciones sobre el alto al fuego se habían estancado

Los ataques del martes se perpetraron dos meses después de que se alcanzara un alto al fuego tras 17 meses de guerra. En un lapso de seis semanas, Hamás entregó a 25 israelíes cautivos y los cadáveres de otros ocho a cambio de la liberación de casi 2 mil palestinos detenidos en cárceles de Israel como parte de la primera fase del alto al fuego.

Pero desde que la primera fase del alto el fuego terminó hace dos semanas, las partes no han podido acordar un camino a seguir con una segunda fase destinada a liberar a los cautivos restantes y poner fin a la guerra por completo.

Hamás ha exigido el fin de la guerra y la retirada total de las tropas israelíes a cambio de la liberación de los cautivos restantes. Israel dice que no terminará la guerra hasta que destruya las capacidades gubernamentales y militares de Hamás, y libere a todos los cautivos.

Netanyahu ha amenazado repetidamente con reanudar la guerra, y a principios de este mes bloqueó la entrada de alimentos y de toda ayuda humanitaria al territorio palestino con el fin de presionar a Hamás.

“Esto ocurre después de que Hamás se negara repetidamente a liberar a nuestros rehenes y rechazara todas las ofertas hechas por el enviado presidencial de Estados Unidos, Steve Witkoff, y de los mediadores”, afirmó la oficina de Netanyahu el martes por la mañana.

Taher Nunu, un funcionario de Hamás, criticó los ataques israelíes.

"La comunidad internacional enfrenta una prueba moral: o permite el regreso de los crímenes cometidos por el ejército de ocupación o hace cumplir un compromiso para poner fin a la agresión y la guerra contra personas inocentes en Gaza”, manifestó.

Gaza ya estaba en una crisis humanitaria

La guerra estalló tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, en el que murieron unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y otras 251 fueron tomadas como rehenes.

Israel respondió con una ofensiva militar que mató a más de 48 mil palestinos, según funcionarios de salud locales, y desplazó a un estimado del 90% de la población de Gaza. El Ministerio de Salud de Gaza no diferencia entre civiles y combatientes, pero señala que más de la mitad de los muertos han sido mujeres y niños.

El alto el fuego había traído algo de alivio a Gaza y permitió que cientos de miles de palestinos desplazados regresaran a lo que quedaba de sus hogares.

La renovación de la ofensiva terrestre israelí podría ser especialmente mortal ahora que tantos civiles palestinos han regresado a sus hogares. Antes del alto el fuego, los civiles estaban en gran medida concentrados en campamentos.

El regreso a los combates podría empeorar las profundas fisuras internas dentro de Israel por el destino de los rehenes restantes. Muchos de los cautivos liberados por Hamás regresaron demacrados y desnutridos, y describieron condiciones duras en cautiverio, lo que ejerce una fuerte presión sobre el gobierno para extender la tregua.

Los rehenes liberados han implorado repetidamente al gobierno que avance con el alto el fuego para conseguir la liberación de todos los cautivos restantes, y decenas de miles de israelíes han participado en manifestaciones multitudinarias en las últimas semanas para pedir un alto el fuego y el regreso de todos los rehenes.

Había manifestaciones programadas para el martes y el miércoles debido al reciente anuncio de Netanyahu de que quiere despedir al jefe de la agencia de seguridad interna de Israel, el Shin Bet. Los críticos de la medida señalan que es un intento de Netanyahu de desviar la culpa por los fracasos de su gobierno en el ataque del 7 de octubre y en el manejo de la guerra.

Desde que el alto el fuego en Gaza comenzó formalmente a mediados de enero, el ejército israelí ha matado a docenas de palestinos que, según dice, se acercaron a sus tropas o ingresaron a áreas no autorizadas.

La primera fase del alto el fuego en Gaza incluyó un intercambio de cautivos. Egipto, Qatar y Estados Unidos han estado tratando de mediar los próximos pasos en el alto el fuego.

Israel quiere que Hamás libere a la mitad de los cautivos que aún están en sus manos a cambio de una promesa de negociar una tregua duradera. Hamás, en cambio, desea seguir con el acuerdo de alto el fuego alcanzado por ambas partes, que estipula que comiencen las negociaciones sobre la segunda fase del alto el fuego, en la que se liberarían los rehenes restantes y las fuerzas israelíes se retirarían de Gaza. Se cree que Hamás tiene 24 cautivos vivos y los cuerpos de 35 más.