Washington.- Como expresidente y potencialmente futuro presidente, Donald Trump elogió lo que se convertiría en el Proyecto 2025 como un mapa de ruta para “exactamente lo que nuestro movimiento hará” con otra oportunidad en la Casa Blanca.

Cuando el plan para un giro a la extrema derecha en Estados Unidos se convirtió en un lastre durante la campaña de 2024, Trump dio marcha atrás. Desmintió estar al tanto de los “ridículos y pésimos” planes redactados en parte por sus asesores y aliados durante su primer mandato.

Ahora, tras ser elegido 47º presidente el 5 de noviembre, Trump está dotando a su segundo gobierno de actores clave en el exhaustivo plan que rechazó por un tiempo. En particular, Trump ha contratado a Russell Vought como director de la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca; a Tom Homan, su antiguo jefe de inmigración, como "zar de la frontera"; y a Stephen Miller, de línea dura en materia de inmigración, como subjefe de política.

Estas maniobras han acentuado las críticas de los demócratas, que advierten de que la elección de Trump entrega las riendas del gobierno a los conservadores del movimiento, que han pasado años planeando cómo concentrar el poder en el Ala Oeste de la Casa Blanca e imponer un marcado giro a la derecha en el gobierno y la sociedad estadounidenses.

Trump y sus colaboradores sostienen que ha ganado un mandato para reformar Washington. Pero afirman que los pormenores son solo suyos.

“El presidente Trump nunca tuvo nada que ver con el Proyecto 2025″, dijo la portavoz de Trump, Karoline Leavitt, en un comunicado. “Todos los nominados al gabinete del presidente Trump y los nombramientos están completamente comprometidos con la agenda del presidente Trump, no con la agenda de grupos externos”.

A continuación, un vistazo a lo que algunas de las elecciones de Trump presagian para su segundo mandato.