Ciudad de México.- Napoleón Gómez Urrutia, líder sindical famoso por su combatividad, presentó una confederación sindical de reciente creación a la que se han sumado 150 agrupaciones, el indicio más reciente de que el movimiento de los trabajadores en México podría estar despertando tras estar dormido mucho tiempo.

Gómez Urrutia, líder sindical de los mineros y senador, dijo que la nueva organización se llama Confederación Internacional de Trabajadores (CIT).

A pesar del nombre, la CIT no puede por ley tener vínculos con el extranjero. Gómez Urrutia dijo que “es una cuestión de solidaridad, de alianzas estratégicas”.

El líder indicó que 150 sindicatos se han integrado y otros están interesados en hacerlo, mientras que sindicatos estadounidenses como la AFL-CIO y los trabajadores siderúrgicos manifestaron su apoyo.

Las grandes corporaciones funcionan en diversos países, declaró Gómez Urrutia, y “es tiempo que los sindicatos también nos globalicemos”.

Acompañaron a Gómez Urrutia en el anuncio algunos de los dirigentes sindicales más combativos de México, como Martín Esparza, líder del Sindicato Mexicano de Electricistas. Por lo menos una organización sindical de la vieja guardia, la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), también participó aunque por ley no puede sumarse formalmente a la nueva confederación.

Durante décadas, los sueldos promedio del sector industrial se estancaron en un equivalente a unos dos dólares la hora o menos en México debido a la colaboración de organizaciones sindicales progubernamentales que trabajaron de la mano con el otrora gobernante Partido Revolucionario Institucional para contener las exigencias de los trabajadores. Sin embargo, un nuevo espíritu de lucha ha surgido en las últimas semanas.

Desde enero, unos 25 mil trabajadores efectuaron una huelga colectiva en 48 “maquiladoras” (plantas ensambladoras) en la ciudad fronteriza de Matamoros y consiguieron bonos e incrementos salariales de 20 por ciento. Estos trabajadores pusieron el ejemplo, y otros han comenzado a paralizar actividades en otros sectores que no están sindicalizados o pertenecen a otras organizaciones laborales.

Gómez Urrutia dijo que las huelgas podrían propagarse y tendrían el apoyo de la nueva confederación.

“Mientras continúen las condiciones de explotación de los trabajadores, no solo en la frontera sino en cualquier lugar del país, hay un riesgo de que se vayan a encender estos conflictos. Nosotros estaremos siempre dispuestos a asesorar, a apoyar a estos compañeros”.

Gómez Urrutia, senador del partido Morena del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha enfrentado acusaciones de incurrir en tácticas de extorsión en negociaciones y de disponer indebidamente de recursos sindicales. El legislador se refirió a esas acusaciones como persecución política.

El dirigente sindical elogió las políticas de López Obrador, aunque insistió en que la CIT no es filial del gobierno ni de Morena. A la pregunta de por qué las banderas de la nueva organización sindical tienen el color terracota distintivo del partido Morena, el senador dijo “creo que es coincidencia; la verdad no fue planeado de esa manera”.

López Obrador ha sido muy cauteloso de no convertirse en un antagonista de los intereses de las grandes empresas. Sin embargo, involuntariamente desató las huelgas en Matamoros al decretar que se duplicara el salario mínimo en las zonas fronterizas de México, al parecer porque desconocía que en algunos contratos colectivos en plantas maquiladoras los incrementos a las pagas están indizados a los aumentos al salario mínimo.