Kigali.- La fiebre hemorrágica de Marburgo ha matado a 11 personas en Ruanda, dijeron las autoridades de salud, mientras la nación del este de África sigue investigando el origen de un brote detectado por primera vez entre pacientes de centros sanitarios.
Hay 36 casos confirmados de la enfermedad, que se manifiesta como el ébola, y 25 de ellos están en aislamiento, según el último parte del gobierno ruandés.
Ruanda declaró el brote el 27 de septiembre, y un día después reportó seis decesos. Las autoridades explicaron entonces que los primeros casos se dieron entre pacientes de centros sanitarios y que había una investigación en marcha “para determinar el origen de la infección”.
La fuente seguía sin estar clara días después, lo que ha elevado el temor al contagio en el pequeño país africano. Aislar a los pacientes y a sus contactos es clave para frenar la propagación de fiebres hemorrágicas víricas como la de Marburgo.
Se ha identificado a al menos 300 personas que estuvieron en contacto con los casos confirmados, y un número no especificado de ellas está en centros de aislamiento, de acuerdo con las autoridades de salud locales.
Se ha instado a la población a evitar el contacto físico para frenar los contagios. La mayoría de los afectados son trabajadores de salud de seis de los 30 distritos del país.
La embajada de Estados Unidos en la capital, Kigali, pidió a su personal que trabaje desde casa y evite ir a la oficina.
Como el ébola, se cree que el virus de Marburgo se origina en los murciélagos de la fruta y se propaga entre los humanos a través del contacto con los fluidos corporales de los enfermos, o con superficies como unas sábanas contaminadas. Sin tratamiento, la enfermedad pude ser letal para hasta el 88% de los que la contraen.
Los síntomas incluyen fiebre, dolor muscular, diarrea, vómitos y, en algunos casos, la muerte por sangrado extremo.
En el pasado se han detectado brotes y casos individuales del virus en Tanzania, Guinea Ecuatorial, Angola, Congo, Kenia, Sudáfrica, Uganda y Ghana, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.
El virus se identificó por primera vez en 1967 tras causar brotes simultáneos en laboratorios en Marburgo, Alemania, y en Belgrado, Serbia. Siete personas fallecieron por exposición al virus mientras realizaban investigaciones con monos.