Ciudad Juárez.- Sus manchas cubren un esbelto cuerpo que rebasa los cuatro metros de altura, su largo cuello sostiene un agudo perfil, una de sus orejas tiene dos recortes triangulares que destacan entre sus pequeños cuernos, una larga lengua oscura y azulada se extiende para saludar y enredar las zanahorias que recibe de los visitantes. Los juarenses han decidido que su nueva mascota se llame Benito, la jirafa del Parque Central que ahora ocupa el icónico espacio de Modesto.

Benito nació en 28 de diciembre, tiene tres años y viene del zoológico de Culiacán, Sinaloa. Tuvo que recorrer más de mil 400 kilómetros de distancia en más de 20 horas, agobiado, pero con gran energía, la jirafa macho fue presentada al público fronterizo el 3 de mayo pasado. Hoy recorre los tres mil metros cuadrados de hogar que le ofrece el parque y ocupa la pequeña casa de caracol que le permitirá resguardarse del viento, el sol y el frío extremo de este clima desértico, algo que a Modesto le costó en 2011 perder las orillas de sus orejas y la tercera parte del rabo, el animal sobrevivió a temperaturas de menos 20 grados centígrados. Sobre esto, el veterinario del Parque Central Mario de León dijo en aquel entonces: “tuve miedo de que fuera a morir, pero afortunadamente resistió”.

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Antonio Calleja | Benito nació en 28 de diciembre, tiene tres años y viene del zoológico de Culiacán, Sinaloa. Hoy recorre los tres mil metros cuadrados de hogar que le ofrece el parque y ocupa la pequeña casa de caracol que le permitirá resguardarse del viento, el sol y el frío extremo.

Calefacción y mejoras en la casa

Benito viene del clima sinaloense (cálido y húmedo), en su hábitat natural, la sabana, es igual de árido, pero tiene temporadas de lluvia más largas que en el desierto chihuahuense. “Tenemos ya la experiencia de Modesto, lo que nos hace tener ciertos cambios en la casa de protección, se piensa reacondicionar para poder protegerlo con mayor seguridad. Entre las adecuaciones está el tipo de calefacción, estará en las partes bajas, ya que el calor tiende a subir”, agregó el médico veterinario que deberá cuidar y monitorear de la salud de Benito, de la misma forma en que hizo con Modesto, quien tuvo una vida con longevidad.

En aquel invierno, otro factor que salvó la vida de Modesto fue que el médico veterinario implementó una dieta especial para esa temporada, lo que le permitió adaptarse a ese clima extremo, que fue extraordinario.

De León ha solicitado también la instalación de un chute, “prácticamente es una trampa (como una plataforma con tubos laterales) por donde tiene que pasar todos los días el animal y ahí se detiene, para los momentos en que se necesiten hacer las revisiones, sacar sangre, curaciones que se tengan que hacer en el animal, etc. Eso faltaba, nunca lo tuve con Modesto, tenemos que prevenir todo para cualquier contingencia”.

Lo importante, recalcó el experto, es que se seguirán haciendo las revisiones diarias a la jirafa, la atención a su dieta y comportamiento para asegurar que su salud sea óptima.

Cuidar a Benito tarea de todos

Benito se adapta a su nuevo público, familias enteras, mayormente niñas y niños, se acercan a darle la bienvenida y admirarlo subiendo por la escalinata principal de su área, aunque el personal del parque no puede solo dedicarse a cuidar o verificar los alimentos que recibe la jirafa, ahora las reglas serán más estrictas que antes, el veterinario advierte a los visitantes las mismas recomendaciones que hacía con Modesto: “solo deben darle snacks como zanahorias y lechuga, además de la alfalfa (peleteada o en churritos) de los despachadores especiales, esa alfalfa trae vitaminas y es muy saludable para las jirafas. Ahora va a ser muy estricto eso, la Administración está muy consciente de qué se debe se hacer”.

En el pasado, Modesto llegó a padecer indigestión (ruminitis) debido a que algunos visitantes le ofrecieron frutas que no debía comer. “El exceso de almidón provoca una ruminitis, en una ocasión le dio ese trastorno… no sé a quién se le ocurrió y le llevaron manzanas en cantidades exageradas, incluso encontramos manzanas tiradas en su espacio. Esa indigestión pudo provocar la muerte de la jirafa, por eso es importante que la gente respete las reglas que estamos poniendo en las mantas y letreros para que no pase eso”.

Una jirafa en su estado natural puede comer al día más de 30 kilos de follaje, sus árboles favoritos son las acacias. En cautiverio, en el Parque Central, a Modesto les alimentaba con 15 a 20 kilos de alfalfa y otras mezclas de granos, en el caso de Benito será una dieta similar con los ajustes necesarios a su peso, explicó el veterinario: “se hacen ciertos aditamentos de acuerdo con las estaciones del año, porque hay que preparar al animal con ciertos nutrientes para que esté apto para soportar el clima”.

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Antonio Calleja | Es importante que la gente respete las reglas de alimentación, ya que una dieta inadecuada puede ocasionarle serios problemas. Solo deben darle snacks como zanahorias y lechuga, además de la alfalfa.

Curioso y amigable

Apenas el martes 23 de mayo, después de una convocatoria abierta, se votó en favor del nombre “Benito”, con más de 7 mil “likes” en Facebook, dejando a “Máximo” y “Manchas” fuera de la contienda.

En lo que Benito camina con calma y luce su color amarillo y manchas cafés oscuro, recorre un espacio que había sido ocupado en 2001 por su primer habitante, Modesto, quien falleció el primero de junio del año pasado a las 5:00 a.m., luego de 22 años de ser la mascota más querida de la frontera. La causa fue un infarto.

Modesto llegó de Nuevo México con apenas un año de vida, alcanzó los 5.5 metros de altura. En muy poco tiempo, el mamífero y herbívoro se convirtió en el símbolo del Parque Central y la mascota favorita de toda la ciudad.

“¡Hasta siempre Modesto! Gracias por estos años que les regalaste a todos los visitantes del Parque Central, fuiste, eres y serás un ícono para nuestra ciudad. Te extrañaremos siempre”, se leía en una manta el día de su ceremonia de entierro, su cuerpo yace en el mismo parque. Cientos de juarenses se congregaron para dejarle flores, cartas, peluches y muchas lágrimas. Hasta un ritual fue organizado por integrantes de la Casa de los Abuelos, las flores blancas enmarcaron la emotiva despedida.

“Benito es más tranquilo que Modesto, acepta más a la gente, es muy amigable. No podía estar entre un macho y una hembra porque corría peligro de que el macho lo lastimara y estuvo confinado en un lugar muy estrecho por un buen tiempo”, explicó el veterinario. Debido a esto, el zoológico de Culiacán decidió donar a la cría a esta ciudad.

Gigantes en extinción

Del 2004 al 2019 el número de ejemplares del animal más alto del mundo había caído en picada, de unos 140 mil hasta los 80 mil, de acuerdo con la Giraffe Conservation Foundation, con matriz en Namibia. En un estudio más reciente publicado por National Geographic, el año pasado hubo un incremento del 20 por ciento con respecto al 2015, con una estimación de 117 mil ejemplares en el territorio africano. Sin embargo, este animal no deja de estar en peligro de extinción debido a la caza furtiva y la pérdida del hábitat, ya que hace más de 150 años, se estimaba había 2 millones de jirafas en el mundo.

La gestación de las jirafas dura más de un año, de 13 a 15 meses. Los alumbramientos son de pie (como todo lo demás, también duermen de pie), por lo que los recién nacidos soportan una caída de casi dos metros. Las crías tardan media hora en ponerse de pie y unas 10 horas para poder correr. Una jirafa puede vivir entre 20 y 25 años en promedio1.

Estudios vigentes revelan que solo hay diferencias genéticas entre cuatro tipos de jirafas, en el caso de Modesto y Benito se trata de la camelopardalis.

En el caso de la jirafa del Parque Central, su estancia solo tiene permiso de exhibición, por lo cual no puede reproducirse o tener pareja, explicó De León.

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Nace primera jirafa en El Paso Zoo

Pero las jirafas en cautiverio tienen una historia mucho más larga en la zona fronteriza de Ciudad Juárez y El Paso. El Paso Zoo por primera vez logró el nacimiento de una jirafa, el pasado 19 de abril, Gigi tuvo a un macho (de 1.82 m y casi 50 kilos), producto de su relación con Juma. “Este nacimiento es importante no solo para el Zoológico de El Paso, sino también para la población general de jirafas”, dijo en un comunicado Joe Montisano, director del lugar. El embarazo de Gigi duró 15 meses y hasta el cierre de esta edición el animal no era exhbido al público en el zoológico para permitir que la familia de jirafas se adaptara a este cambio y tuviera los debidos cuidados en el lugar. Los cuidadores del zoo lo describen como “curioso y energético”.

Además, al igual que en Juárez, mediante una votación los paseños darán el nombre a la cría, que puede ser: Obi, Dakari o Tesoro.

El Paso Zoo fue inaugurado en 1940, pero hasta 1976 fue administrado por el gobierno de la ciudad de El Paso, cuando tuvo una transformación sustancial. En el área de 35 acres (4 mil 046 m2) un pequeño tren daba vueltas por donde estaba una jirafa. Ese mismo año surgió la Sociedad del Zoológico que permitió apoyar al proyecto abriendo su tienda de souvenirs. Actualmente son parte de la Association of Zoos and Aquariums (AZA, Asociación de Zoológicos y Acuarios).

El zoológico cuenta con el programa “Alimenta a la Jirafa”, donde personal capacitado permite que las personas le den ciertas hojas de árbol a las jirafas proporcionadas por los cuidadores y bajo supervisión, está prohibido alimentar directamente a cualquier animal del lugar.

Por ahora el pequeño Obi espera crecer bajo el cobijo y cariño de los cuidadores y el respeto y cariño de los fronterizos que lo visiten.

“El espacio que tiene Benito en el Parque Central es como tres veces más grande del que tienen las jirafas en el zoológico de El Paso. La vista del parque además es mucho mejor”, dijo el veterinario.

El rey del parque

“(Con Modesto) Tuvimos acercamiento de los miembros de El Paso Zoo, vinieron al parque, nos dieron algunas recomendaciones los cuidadores y la veterinaria, no eran grandes cambios, pero sí se siguieron los consejos, tenían que ver con la casa y la climatización”. Agregó el veterinario, “recordemos que Modesto murió de viejo”.

Benito tiene ahora dos cuidadores y el experto recomienda que solo sean esas dos personas, “sugerí que no hubiera rotación ni hicieran cambios de personal, no es por el lazo de la persona al animal, es para que no haya cambios y se respete la dieta y cuidados al animal, son personas mayores y sugerí que fueran dos”.

Las jirafas están en riesgo en la vida salvaje, los ejemplares en cautiverio permiten que siga su reproducción de una manera más segura, consideró el experto.

“Benito es muy tranquilo, tiene la particularidad de que en cuanto ve gente se acerca, es muy curioso, amigable”. ¡Larga vida a Benito!