Kentucky.- El gobernador de Kentucky prohibió este miércoles el uso de la “terapia de conversión” en los menores de edad en el estado, señalando que ello debió hacerse hace tiempo para proteger a los niños de una práctica sumamente desacreditada que trata de cambiar la orientación sexual o la identidad de género de una persona mediante terapias.

El gobernador, el demócrata Andy Beshear, tomó la medida mediante orden ejecutiva, utilizando sus poderes ejecutivos luego de que los esfuerzos para promulgar una ley estatal que prohibía la práctica fracasaron varias veces en la Legislatura estatal controlada por los republicanos.

“Mi fe me enseña que todos los niños son niños de Dios”, dijo Beshear durante la ceremonia de promulgación en el Congreso estatal de Kentucky. “Y cuando las prácticas están poniendo en peligro e incluso afectando a esos niños, debemos actuar. La práctica de la llamada ‘terapia de conversión’ lastima a nuestros niños”.

Mientras Beshear se preparaba para promulgar la orden, alguien empezó a gritar en su contra, señalando que “esta es una negación de la terapia de afirmación”. Los defensores de salud mental y de los derechos de la comunidad LGBTQ+ sofocaron la protesta con aplausos.

La Family Foundation, un grupo socialmente conservador con sede en Kentucky, rápidamente criticó la acción de Beshear, denunciando que pisotea los derechos de los padres de familia y elimina la expresión religiosa.

“Esta orden, como los fallidos intentos legislativos anteriores, está diseñada para promover ideologías LGBTQ falsas y para impedir que asesores, terapeutas y pastores cristianos ayuden a niños que lidian con una confusión en torno a su orientación sexual o identidad de género”, dijo David Walls, el director ejecutivo del grupo, en un comunicado.

Anticipando este tipo de ataques, Beshear insistió en en su acción “no impone una ideología sobre nadie”.

“Simplemente impide que se lleve a cabo una llamada ‘terapia’ que la comunidad médica señala que está mal y daña a nuestros niños", dijo el gobernador.

La orden ejecutiva promulgada por Beshear prohíbe la práctica e ilegaliza el uso de fondos estatales o federales para proporcionar la terapia a menores de edad. También otorga a la junta estatal de licencias la autoridad de tomar medidas contra cualquier persona que haya practicado la terapia de conversión a menores y da a la junta la autoridad de imponer medidas disciplinarias contra cualquiera que infrinja la orden.